Prohibido ||¿una Weasley en Slytherin?

Capítulo dieciocho

REPREODUCIR SOFTCORE DE THE NEIGHBOURHOOD

Al llegar a casa hubo silencio.

Hasta que Ronald tuvo que abrir su bocota, claro.

—¿Qué te dijo Malfoy en la librería Nya? 

Yo a este lo mato.

—Solo me fue a saludar y me dio un par de galeones para comprar libros —murmuré.

Mamá se giró con los ojos muy abiertos hacia mi.

—¡¿Qué?! —dijo furiosa.

—¿Te dio dinero? —preguntó papá. Yo solo asentí.

Sabía perfectamente que esto iba a terminar en pelea.

Iba a darme la vuelta para irme pero sentí el grito de mamá así que decidí que lo mejor era quedarme a enfrentarla.

—¡Nosotros no recibimos limosnas! 

—No son limosnas mamá, solo quería ayudarme.

Ron se rio burlescamente.

—¡No aceptaré nada que venga de los Malfoy!

—Entonces menos mal que me los dio a mi y no a ti —dije con ironía.

—Niña insolente —se notaba que estaba enojada —cuantas veces te he dicho que no te juntes con ese tipo de gente y ahora tratando de pagar tus cosas, estarás feliz supongo, ahora que te crees una niñita rica.

—¡No me creo una niñita rica! ¡Que a mi me quieran regalar cosas porque me quieren no es problema de ustedes! Lo hizo para ayudarme, y sin ese dinero no hubiese podido comprar mis libros. Él es mi amigo y solo quería ayudarme.

—¡Entiende que él no es tu amigo Nya! —interrumpió Ronald —¡Solo te usa, todos ellos te usan! Nadie te quiere Nya.

—¡Cállate! —Le grité fuertemente.

Eso no era cierto, no podía serlo.

—No le hables así a tu hermano —bramó mamá.

—¡Entonces que él no se meta en lo que no le importa! Ellos son mis amigos, ellos si me quieren, ¡No como ustedes! —a este punto las lagrimas comenzaban a escocer mis ojos —Ellos son los únicos que se preocupan por mi.

—¿Y por eso no te han escrito en todo el verano? —Percy soltó una risa. Yo me quedé en silencio —ves lo que decimos, no les importas.

—¿Cómo lo sabes? —lo miré a los ojos.

—¿Qué? —Preguntó.

—¿Cómo sabes que no me escribieron? —sus ojos se abrieron enormemente y miró a mamá, dirigí mi mirada a ella lentamente con los ojos cristalizados.

Ahí me di cuenta de todo.

Ellos tenían algo que ver con las cartas.

—No lo puedo creer —susurré —¿Cómo pudieron?

—Fue por tu bien —dijo mamá con seguridad.

—Por mi bien... Claro.

No dije nada más y corrí hacia mi habitación.

Molly me llamó un par de veces pero la ignoré.

No lo podía creer. 

Al entrar a mi cuarto cerré fuertemente la puerta me dirigí a mi cama,lo primero que vi fueron las dos fotografías que tenía en mi mesita de noche.