Prohibido ||¿una Weasley en Slytherin?

Capítulo siete

                                                                   Momentos fuertes

—¡Nya!

Iba caminado con Pansy y Daphne por los pasillos camino al Gran comedor y escuché el grito de mi nombre.

Fueron dos personas al unisonó.

Por Merlín.

Me giré y ahí vi a Fred y George correr hacia mi.

Las chicas me miraron y les hice una seña para que avanzaran sin mi.

—¿Por qué caminas...

—Tan rápido?

Como siempre hablando tan conectados.

—Hola —les dije mirándolos temerosamente.

—Hola enana —dijo George.

—Queríamos disculparnos —siguió Fred.

—Nosotros no pensamos que eres una decepción para la familia...

—Eres nuestra pequeña Nya, no podemos estar sin ti.

A veces me marean tan corrido que hablan.

—No nos gusta no tener a nuestra complice —continuó George.

—Además Percy es un idiota al igual que Ron.

—Nosotros estaremos para ti siempre...

—Siempre...

—¿Nos perdonas? —terminaron al unísono.

¿Me dolió que no me hablaran?

Sí.

¿Me dolió que no me defendieran ese día? 

Claro que sí.

Pero son Fred y George, no me puedo enojar con ellos.

—No voy a negar que me dolió que me hayan ignorado por semanas —recalqué esa última palabra —pero no puedo estar enojada con ustedes fotocopias, los quiero.

Me abalancé hacia ellos y los abracé y ellos a mi.

—Perdón en serio por eso —dijo Fred.

—Pero no sabíamos como reaccionar —terminó George.

—Está bien pero por favor no lo vuelvan a hacer.

—Claro que no Nini —sonreí ante eso, era el apodo que solían usar cuando era pequeña.

—Ahora, ¿Cómo va todo en Slytherin?

—¿Te tratan bien?

—¿Hay que golepar...

—O hacerle una broma a alguna serpiente?

—Por supuesto que no —respondí con una risa mientras comenzamos a caminar —me han tratado muy bien, en Slytherin nos apoyamos entre todos como si fuésemos una familia.

—Me alegro Nini.

—Solo espero que no cambies a tu verdadera familia.

—Claro que no tontos.

Seguimos hablando y riéndonos hasta que entramos al comedor.

Algunas personas se nos quedaron viendo pero solo las ignoramos, los dejé en la mesa de Gryffindor con la atenta mirada de Ron y de Potter.

Me despedí de ellos y fui a mi mesa donde estaban mis cinco amigos y bueno Crabbe y Goyle que no me desagradan del todo.

—¿Qué pasó con ellos? —Preguntó Daph a penas me senté.