Prohibido ||¿una Weasley en Slytherin?

Capítulo trece

Vuestro castigo tendrá lugar a las once de la noche. El señor Filch os espera en el vestíbulo deentrada. 

Prof. M. McGonagall 

—¿Es una broma? —pregunté mirando a Malfoy —Snape dijo que no nos castigaría.

—No creo que sea una broma, McGonagall no bromea —respondió este.

—Por Merlín, no lo puedo creer ¡Castigada!

Se suponía que no nos castigarían.

—Vamos a hablar con Snape cuando terminemos —dijo el rubio.

Yo asentí y continuamos comiendo rapidamente.

Cuando los dos habíamos terminado nos levantamos y fuimos a la mesa de los profesores y ahí estaba el profesor Snape.

—Malfoy, Weasley ¿Qué quieren? —dijo el profesor en cuanto llegamos frente a él.

—Usted dijo que no nos castigaría —comencé yo —pero la profesora McGonagall nos envió una nota ¡diciendo que nos castigaría!

—Ah si, claro —dijo en tono despreocupado —la profesora estimó conveniente que hubiera un castigo de por medio debido a su comportamiento.

—¡Pero usted dijo que nos castigaría! —exclamé.

—Nya tiene razón, dijo que lo dejaría pasar —dijo Malfoy.

—Dije que yo no los castigaría, pero la profesora como ya les dije decidió que merecían un castigo y no se alteren tanto, no va a ser algo horrible —nos miró y comenzó a comer nuevamente —ahora largo que estoy comiendo.

—¡Mi padre se enterará de esto! —gritó furiosamente mi compañero y ambos salimos enfadados del comedor.

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A las once de la noche salimos y nos dirigimos al vestíbulo de entrada, donde se encontraba Flich.

Odio profundamente a este hombre, es realmete insoportable.

A los pocos minutos llegaron Potter con Granger y Neville.

*Maravilloso*

¿Qué pinta Neville en todo esto? ¿Y Ronald dónde está?

—Seguidme —dijo Filch, encendiendo un farol y conduciéndonos hacia fuera—. Seguro que os lopensaréis dos veces antes de faltar a otra regla de la escuela, ¿verdad? —dijo, mirándonos con aireburlón—. Oh, sí... trabajo duro y dolor son los mejores maestros, si quieren mi opinión... es una lástimaque hayan abandonado los viejos castigos... colgaros de las muñecas, del techo, unos pocos días. Yotodavía tengo las cadenas en mi oficina, las mantengo engrasadas por si alguna vez se necesitan... Bien,allá vamos, y no penséis en escapar, porque será peor para vosotros si lo hacéis. 

¿Qué tipo de castigos serían esos? De verdad que este hombre está mal de la cabeza.

Marchamos cruzando el oscuro parque. Me pregunto cuál sería el castigo que nos esperaba. Debía de ser algo verdaderamente horrible, o Filch no estaría tancontento.La luna brillaba, pero las nubes la tapaban, dejándonos en la oscuridad. 

A los pocos minutos de caminar oí un grito lejano. 

—¿Eres tú, Filch? Date prisa, quiero empezar de una vez. 

Hagrid. Supongo que el castigo no será tan horrible si es con él

—Supongo que crees que vas a divertirte con ese papanatas, ¿no? Bueno, piénsalo mejor,muchacho... es al bosque adonde iréis y mucho me habré equivocado si volvéis todos enteros.