capítulo treinta y dos: las pruebas de quidditch
A comienzos de Octubre se sentía la aproximación de la temporada de quidditch y con ello las pruebas para entrar al equipo.
El año anterior no había querido presentarme porque no me sentía lista, pero durante estas vacaciones les comenté a mis hermanos que deseaba entrar al equipo y me ayudaron a practicar todo el verano.
Las pruebas serían un sábado a las ocho de la mañana en el campo de quidditch.
Estaba nerviosa, Draco y Blase iban junto a mi, Draco ya es parte del equipo desde el año pasado, pero Blase va a dar las pruebas al igual que yo, solo que él de guardián y yo cazador.
Mis demás amigos estaban en las gradas observando las pruebas.
En un equipo de quidditch había siete personas: tres cazadores, cuya función es marcar goles metiendo la quaffle, (un gran balón rojo) por uno de los aros que había en cada lado del campo, a una altura de quince metros; dos golpeadores equipados con fuertes bates para repeler las bludgers (dos pesadas pelotas negras que circulaban muy aprisa, zumbando de un lado para otro, intentando derribar a los jugadores); un guardián que defendía los postes sobre los que estaban los aros; y el buscador, que tenía el trabajo más difícil de todos, atrapar la dorada snitch, una pelota pequeña con alas, del tamaño de una nuez, cuya captura daba por finalizado el juego y otorgaba ciento cincuenta puntos al equipo del buscador que la hubiera atrapado.
El capitán del equipo, Marcus Flint, ya se encuentra parado en medio del campo esperando a todos los que se van a presentar, hay algunos chicos pero se nota que no están todos.
—¿Están nerviosos? —nos pregunta Draco, yo solo asiento.
—Yo estoy confiado en que pasaré —dice Blase.
Al rededor de diez minutos después, Marcus dice que es momento de iniciar con las pruebas.
—Slytherin lleva ganando la copa de quidditch ocho años seguidos —comienza a decir —y espero que este año eso no cambie, por eso busco gente competente en mi equipo. Haber estado desde antes no les asegura el puesto, el único que continúa, es Malfoy como buscador porque nadie más se presentó. Ahora comencemos.
Las pruebas comienzan y Marcus junto a Draco van observando cada estudiante uno por uno. Dos horas después termina el largo entrenamiento y el capitán nos llama a todos.
—Tengo a todos los que entraran al equipo —extiende un pergamino que traía en su mano y comienza a leer —como golpeadores, Peregrine Derrick y Lucian Bole —ambos chicos sonríen con arrogancia —como cazadores, Adrian Pucey, Nya Weasley y quien les habla —abro mi boca sorprendida y miro a mis dos amigos que me ven sonrientes —y como guardián Blase Zabinni —miro a Blase quien se ve extremadamente feliz.
—¡Quedamos! —grita Blase dándome un fuerte abrazo y separando mis pies del suelo.
Yo me río abrazándolo fuertemente de vuelta.
¡Estoy en el equipo!
—¡Muy bien! —grita Flint —ya habrá tiempo para celebrar, felicidades a los que quedaron, los demás pueden irse. Los quiero a todos en los horarios indicados para el entrenamiento, si alguien falla o es irresponsable se va, si alguien llega a tener problemas de conducta dentro del campo más de dos veces se va, si alguien hace algo en contra de uno del mismo equipo se va. Reglas simples pero efectivas. Pueden irse —todos comenzamos a levantarnos —Nya ¿puedes quedarte unos minutos?
Yo asiento y me acerco a él.
—¿Qué sucede?
—Quería saber si tienes alguna escoba a parte de esa —dice —la verdad eres bastante buena, pero tu escoba no es tan rápida.
—Oh —siento mis mejillas enrojecer de vergüenza —no tengo otra, pero estoy juntando dinero para comprarme una nueva, pero puedo tratar de conseguirme una para los próximos partidos.
—Trata de hacerlo, no quiero que tu escoba te entorpezca, eres realmente buena. Puedes irte.
Me despido y luego me aproximo a mis amigos que me esperan cerca de las gradas.
Me felicitan y luego preguntan por lo de Marcus.
—Solo quería preguntar por mi escoba.
No dicen nada más porque comprendieron que quería decir. Era verdad lo del dinero, pero dudaba que pudiera comprarme una en un lapso corto, o si quiera una buena.
Mi única esperanza era conseguirme una prestada por un tiempo.
Nos llevamos comida de la cena para comer en la sala común para celebrar que Blase y yo habíamos quedado.
Estuvimos hasta las 10 hablando y riendo.
Ya en mi cuarto me encuentro escribiéndole una carta a Charlie y otra a Bill contándoles que quedé en el equipo, a ambos les había comentado y estaban emocionados por la idea.
Me hacía mucha ilusión entrar al equipo, el quidditch siempre me ha gustado y cuando era pequeña y veía jugar a Charlie quería llegar a estar en el equipo como él.
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A finales de Octubre se acercaba la primera salida a Hogsmeade, por Halloween. Para ir, nuestros padres deben firmar una autorización que venía incluida en la carta con la lista de materiales.
Mamá no estaba segura si firmar el mío porque no quería que saliera con mis amigos, pero papá la logró convencer.
La mañana del 31 me desperté emocionada por la salida, me puse unos jeans azules y un suéter verde esmeralda y bajé a juntarme con mis amigos.
Theo y Draco ya estaban esperando.
Theo molestaba al rubio por según ellos un "tema de hombres"
De a poco fueron llegando los demás y nos dirigimos al comedor a desayunar para después salir.
fuimos al vestíbulo, donde Filch, el conserje, de pie en ellado interior de la puerta, señalaba los nombres en una lista, examinandodetenida y recelosamente cada rostro y asegurándose de que nadie salía sinpermiso.
—¿Te quedas aquí, Potter? —gritó Draco, que estaba en la cola, junto a nosotros —. ¿No te atreves a cruzarte con los dementores?
Los chicos se rieron junto a él, pero Harry no le hizo caso y se fue por el pasillo.
Probablemente sus tíos no le quisieron firmar el permiso.
Estuvimos todo el día en Hogsmeade, entre las tiendas de dulces, juegos, cervezas de mantequilla y la vista de la casa de los gritos.
Papá me envió un poco de dinero para este día y con eso compré un par de cosas. Y aunque no me guste admitirlo Blase insistió en comprarme algunas cosas también.
Dentro de la tienda de bromas me encontré a los gemelos sacando ideas para sus bromas y su proyecto de negocio de artículos fabricados por ellos.
Los gemelos siempre han sido muy bromistas, pero hasta hace poco se les ocurrió comenzar un nuevo negocio con productos de bromas que ellos mismos hicieron.
Estuvieron todo el verano trabajando en eso.
Su meta sería abrir una tienda de bromas y realmente espero que lo logren.
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Prohibido ||¿una Weasley en Slytherin?
FanfictionHace años que Nya esperaba su ansiada carta para entrar a Hogwarts. Pero ¿Qué pasaría si su estadía el colegio no era lo que realmente esperaba? Al cumplir once años, Nya Cristinne Weasley entrará al colegio en donde toda su familia había asistido...