Capitulo 49: El Significado de Naruto

2.3K 235 14
                                    

Flashback

"Yo siempre estuve solo, nunca tuve a nadie

Se puedo ver a un pequeño niño que se veía como de tres o cuatro años, su cabello era rubio bastante llamativo pero estaba enredado y sucio, en sus mejillas figuraban marcas parecidas a bigotes, su vestimenta consistía en unas pequeñas bermudas negras y una camisa blanca con un remolino de color rojo, la ropa se veía andrajosa y llena de tierra y barro. Los orbes azul brillante del chico se mostraban en una mirada bastante decaída.

"Era huérfano, nunca supe quienes eran mis padres. Lo único que se me dió fue un nombre......

Las pequeñas manos del chico empuñaban una hoja de papel, se veía bastante desgastado y arrugado, sin embargo podía leerse lo que decía:

Fecha de Nacimiento: Diez de Octubre.

Nombre: Naruto Uzumaki.

.......Y debía de trabajar con ello"

El niño veía desde la sombra de un árbol fijamente a un edificio, las paredes eran grises, manchadas y desgarbadas. Todo el lugar transmitía apatía, desánimo y tristeza, y todo se volvería aún más tétrico de no ser por las risas y ruidos que provenían de los niños que jugaban.

"Al ser huérfano, obviamente vivía en un orfanato. La Cuidadora era una mujer de edad avanzada, tenía el cabello negro y lacio, y siempre mantenía una misma expresión"

Parada frente a la puerta de aquél edificio, se podía ver a una señora de cabello negro en el cuál se veían varias canas, observaba a los niños jugar con una expresión impasible y algo malhumorada.

"Al ser tan mayor, parecía que todo le causaba molestia y mal humor. En especial los niños"

La misma mujer se vio gritando hacia los niños diciéndoles que debían pasar, los infantes compartieron miradas asustadas antes de acatar rápidamente.

"Sin embargo, al igual que casi todos. Parecía sentir una fuerte adversión hacia mí"

Esa misma mujer se dirigió a largas zancadas hacia el pequeño rubio bajo el árbol, levantó la mano y apretó fuertemente su oreja tirando de ella. La expresión del niño se tornó agria por el dolor, pero se negó rotundamente a demostrarlo.

"Camina a tu cuarto pequeño demonio" masculló la Cuidadora mientras caminaba arrastrando al niño por la oreja.

El niño se negó a soltar las lágrimas, se negó a dejarle ver cuánto le afectaba. Eso sería una degradación. Caminaron por un pasillo, hasta llegar a una puerta al final, a la cual casi no llegaba la luz. La mujer abrió la puerta empujó al niño dentro del cuarto, la fuerza del empujón hizo que el niño trastibillará y cayera al suelo raspandose las rodillas. La puerta se cerró fuertemente y el niño se levantó y caminó hasta dejarse caer en el futón viejo y desgastado, dobló sus rodillas hasta su pecho quedando en posición fetal. Y en la soledad y oscuridad de aquella lúgubre habitación, dejó caer espesas lágrimas de sus profundas gemas azules.

|


"Mi habitación era la más alejada, a dónde la luz casi no llegaba. El lecho donde dormía era una pequeña colchoneta vieja y desaliñada. Todos los días mi rutina era la misma"

Portador de la Neblina Donde viven las historias. Descúbrelo ahora