Destiny
Los chicos me sueltan con una sonrisa en sus caras.
No me siento incómoda con ellos, es como con papá y Christopher. Sólo que, al igual que con mi padre y hermano, el que le toquen me pone nerviosa y algunas veces suelo tener ataques de pánico por sólo el tacto de las personas.
—¿Cuánto te quedarás?
—Me estoy mudando. —les doy una corta sonrisa— Me quedaré en Londres, espero que para siempre.
Rusia me hizo sentir un poco mejor en estos años, me gustaba estar más cerca de mi abuela, pero Londres es mi verdadero hogar y ahora que estoy aquí no tengo ningún plan para irme. Por el momento...
Realmente espero quedarme aquí para siempre.
—Eso es grandioso. —Patrick sonríe— ¿Nelly también vino?
—Sí. —suspiro— Ella también vino...
Ellos jamás la han visto, no de grande. Sólo la vieron los primeros meses de nacida. En cuanto me fui jamás supieron de ella. A veces me pedían fotos, las muy pocas veces que hablábamos, pero yo no tenía ni tengo ninguna foto de la niña.
Una mujer carraspea detrás de ellos, Simon se voltea y le murmura algo. Ambos hombres me miran como si me pidieran permiso de algo, sé que quieren que me acerque para presentarme. Yo hago una mueca pues no me gusta este tipo de cosas, menos si hay tantas personas.
No son una multitud, pero como quiera me siento muy incómoda.
—Está bien... —murmuro bajo sólo para ellos.
Con Christopher detrás de mi y ellos a mi lado, nos acercamos a la mesa en donde se encuentran supongo sus amigos.
—¿No van a presentar? —levanto una ceja por la seriedad de la mujer.
Creo que es la esposa de Simon, por lo menos así fue como me la describió físicamente la última vez que hablé con él.
—Ella es Destiny. —Simon sonríe— Es la hermana pequeña de Christopher y mi mejor amiga.
Sonrío por eso.
—Nuestra. —lo corrige Patrick.
Ellos dos junto con Bratt siempre fueron como mis hermanos mayores al igual que Christopher. Como siempre iban a casa y los veía en la academia todo el tiempo, poco a poco comencé a juntarme con ellos. Prefería estar con ellos aunque fuera menor que con otros compañeros de la academia.
—Hola. —murmuro.
Creo reconocer algunas cara, supongo que con algunos de ellos pude compartir una que otra clase en la academia. Nunca fui de muchos amigos, y los pocos que hice una vez se enteraron de mi embarazo se alejaron y no los volví a ver jamás.
Ellos me saludan en coro y lo único que me limito a hacer es dar una muy corta sonrisa sólo un segundo.
—Emm... —frunzo el ceño al notar algo— ¿Y Bratt? ¿Ya no está aquí?
Todos se miran y siento el ambiente tenso, me volteo hacia mi hermano que tiene cara de mil demonios. Yo lo miro confundida y luego miro a Patrick y a Simon.
Ellos cuatro siempre estaban juntos. ¿Qué fue tan grave como para que se dejaran de hablar?
—¿Que pasa?
—Está ahora con su tropa. —lo sigo viendo sin entender— Es una larga historia... —dice el griego— Oye, pero siéntate y dinos, ¿cómo haz estado?
Sonrío y niego.
—No creo que sea el momento ni el lugar de hablar de esto. —suspiro— Pero me estoy quedando en casa de papá, por si quieren ir.
