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Destiny

Deben ser al rededor de las tres de la mañana. Dominick llegó hace tan sólo unos minutos, se duchó y se acosó casi sobre mi abrazando mi cintura. Estaba muy cansado.

Pasaba mi mano derecha por su nuca mientras que la izquierda pasa por su espalda. Siento su respiración en mi cuello. Él no se ha dormido, pero sí mantiene los ojos centrados. Yo soy quien se mantiene completamente despierta, ya que no puedo dormir.

Tengo un muy mal presentimiento, y eso hace que no pueda estar tranquila desde la tarde.

Ni siquiera me siento con sueño o cansada, por más que lo intento no puedo conciliar el sueño.

—¡Mamá!

El grito de Nelly me tensa y hace que ambos quedemos sentados en la cama en menos de un segundo, tenemos la intención de salir de ella cuando Nelly comienza a tocar fuerte la puerta, salgo de la cama para ir a abrirla.

Al hacerlo ni siquiera puedo verla a los ojos, me abraza con tanta fuerza que casi me quita el aire. La tomo en mis brazos, escucho como llora y las lágrimas que caen por sus mejillas mojan mi pijama.

Cierro la puerta caminando hacia la cama, Dominick la toma, y tal y como hizo cuando yo lo hice, esconde su rostro en el cuello del alemán sin dejar de llorar y temblar.

—Linda, ¿qué ocurre? —pasa su mano por su espalda.

Me siento a su lado, aparto ellos cabellos que se pegan a su rostro para poder verla bien. Mantiene sus ojos cerrados, su rostro está rojo y puedo notar las ojeras debajo de sus ojos.

—¿Otra pesadilla? —asiente a mi pregunta— Nelly...

—¿Puedo dormir con ustedes, por favor?

—Claro que sí, cariño. —responde el alemán.

La acomoda en la cama, Nelly rápido se pega a él abrazando su brazo. Yo me levanto para buscar una toallitas húmedas y limpiarle el rostro. Continúa sollozando por largos minutos, minutos en los que ambos nos quedamos despiertos junto a ella hasta que logra volver a dormir.

Paso mi mano por su rostro, puedo estar tranquila cuando la veo respirar relajada y en calma. Nunca había pasado por esto, recuerdo que cuando tenía unos tres años, creo, se levantaba todas las noches llorando, supongo que por pesadillas u otra cosa, pero era mi madre quien se enarcaba de ella, no yo.

Bueno, ella se encargaba de todo lo relacionado con Nelly los primeros años.

Todo el tiempo más bien.

Nelly se queda dormida luego de un rato.

—Duérmete tú también. —dio mirando al hombre a mi lado. Paso mi mano  por su mejilla— Llegaste tarde y tienes que levantarte temprano.

—Igual que tú.

Mañana iríamos a la central ya que se hará una rueda de prensa, la última antes de que en una semana sean las elecciones finales. Papá ya me había llamado para informarme de eso, yo no quería ir, pero por ser hermana de uno de los candidatos, me tocó. Y de esto no me puedo librar.

Ni por ser sólo la media hermana de Christopher.

Como quiera, acepté unos minutos en el público, pero, una vez de el primer bostezo me iré de ahí. Ya tienen a mi abuela y a mi tío, no me necesitan ahí.

—Yo no tengo sueño, cariño. —sonrío.

Me quedo recostada de las almohadas, una vez ambos están profundamente dormidos salgo de la cama con cuidado de no despertarlos. La única que me sigue es Athena. La tomo cuando intenta saltar de la cama.

A New BeginningDonde viven las historias. Descúbrelo ahora