Días después...
Nelly
Mamá estaba en una reunión con alguien de la galería, me había mantenido calladita sentada a su lado en la mesa del jardín, pero ya me aburrí.
—Me voy con mi tío.
Asiente. Me levanto y camino hacia dentro de la casa para buscar a mi tío Christopher, creo que estaba hablando con mi abuelo y tío Reece, probablemente ya acabaron. Yo quiero jugar un ratito con él.
Me acerco al estudio de mi abuelo y abro un poco la puerta para asomarme y ver si siguen hablando de cosas importantes. Los noto muy serios, así que creo que mejor vengo más tarde y me voy a mi habitación...
—Destiny no se puede enterar de esto. —escucho que dice mi abuelo antes de que pueda irme.
Están hablando de mi mamá... yo quiero saber de que se trata.
—Alekser quiere a Nelly, y amenazó con llevarse a Destiny y hacerle lo mismo que la última vez si no se la entregamos.
Ese nombre otra vez... Ya van dos veces que lo escucho de la boca de mi tío, la primera vez mamá comenzó a tener un ataque de pánico. ¿Quien es ese hombre y que le hizo a mi mamá para que ella le tenga tanto miento? Y para que mis tíos y abuelo estén preocupados. ¿Y por qué me quiere llevar? Yo ni lo conozco.
—¿Y qué vamos a hacer? —pregunta el tío Reece— Destiny sabrá que algo ocurre si hay algún cambio al su al rededor.
—Yo ya le dije que quería ponerle más seguridad, no sospechará nada al tener soldados detrás de ella.
—No quiero que soldados idiotas la protejan. —se queja mi tío Chris— Yo elegiré a quienes tendrá de escoltas.
—Mi hija no va a estar rodeada de criminales, Christopher.
—La ultima vez que tú decidiste quien la cuidaría, siete años después la...
—¿Qué tanto chismoseas? —me sobresalto dando un paso hacia atrás cuando escucho la voz de mamá detrás de mi.
Me doy la vuelta rápido cerrando la puerta. Mamá me mira raro, muy raro.
—¿Qué no estabas en una reunión?
—Ya la acabé. —levanta una ceja— ¿A ti que te pasa? ¿Qué tanto escuchabas?
—Nada... —sonrío— Es que... están hablando de tu regalo de cumpleaños...
Se cruza de brazos aún mirándome como si estuviera loca. No sé porque siempre me mira de esa forma, yo no estoy loca. Bueno, no tanto, pero ella lo está aún más y jamás la he mirado así. Quizás una o dos... o muchas veces, pero ella aún más.
—Mi cumpleaños es en una semana, si no tienen un regalo hasta ahora mejor que no hagan nada.
—Yo pienso lo mismo, mami.
Mamá ruda los ojos, justo la puerta se abre. Miro sobre mi hombro, mi abuelo y tíos nos miran un poquito asustados. Creo que yo no debí escuchar esa conversación, y creo que mamá no se debe enterar. O por lo menos eso dijeron. ¿Y si se lo digo y le da otro ataque de pánico? Yo no quiero que mamá se ponga así otra vez por mi culpa.
—¿Y a ustedes que les pasa? —mamá hace una mueca mirándolos— Ustedes cuatro andan muy raros... Como sea, venía a avisar que tengo que salir de viaje en unos días.
Miro de reojo a los hombres detrás de mi, no creo que eso les vaya a gustar mucho luego de lo que escuché.
—¿De viaje? —tío Reece niega— No creo que sea bueno salir de viaje en estos momentos.
