Al capítulo le añadí una parte, por eso lo volví a publicar.
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Dominick Parker
Acaricio el cabello de Destiny mientras está recostada sobre mi pecho, arropada hasta la cintura por las sábanas blancas. Athena duerme abajo en nuestras piernas como si fuera un pequeño gato doméstico.
Lleva siete noches quedándose conmigo, seis noches que con sólo la ayuda de un té y pastillas que tenía guardadas en su armario ha podido dormir.
Es lo único que la ayuda por unas horas, pero durante el día se mantiene nerviosa.
La he escuchado llorar varias veces, especialmente cuando cree que no he llegado de la central o cuando cree que no le estoy prestando atención.
Estos días han sido demasiado difíciles para ella. No la pasa bien ni un momento pensando en que el infeliz puede llegar por Nelly y por ella. Hace dos noches fue cuando peor estuvo, en el momento que su celular sonó por una llamada de él ordenando hablar con Nelly.
Algo que no pasó. Ni Destiny iba a hacer eso, ni Nelly quería hacerlo. La niña se escondió en su armario en cuanto lo escucho, y no salió hasta que pude convencerla de abrir la puerta.
Habían intervenido su celular para poder rastrear y grabar la llamada, pero Patrick no dio con una localización exacta. Todo Londres ha sido recorrido por soldados en busca de ese infeliz, aún no se halla nada.
La puerta de la habitación se abre, Nelly entra como lo ha hecho estas noches. Sabe que voy a estar despierto a esta hora esperándola, así que se acerca rápido por mi lado de la cama.
No ha podido dormir bien desde aquella noche, siempre tiene pesadillas en donde se la llevan lejos de su madre y la lastiman. La primera noche llegó corriendo y llorando a nuestra habitación, la segunda igual, ya desde la tercera me quedo despierto hasta que ella llega al despertar de una pesadilla.
Me muevo hacia un lado dejando que suba a la cama. Deja su cabeza sobre mi hombro abrazando mi brazo con fuerza como ha acostumbrado, antes de cerrar los ojos. La siento temblar por la pesadilla, poco a poco vuelve a quedar dormida sin decir nada.
Ya cuando ambas están bien es cuando cierro los ojos.
Me levanto temprano dejándolas a ambas en la cama una al lado de la otra. Nelly abre sólo un poco los ojos y se mueve hasta que queda abrazada de su madre.
Me doy un baño y visto para la central. Debo estar allá en un rato. Mañana salgo a una misión por dos días, Destiny se irá con su madre en ese tiempo, no quiere estar sola ni un segundo y prefiero que no lo esté. Sus nervios no están para estar sola.
El reloj marca las siete de la mañana cuando escucho que tocan a la puerta. Frunzo el ceño, no espero a nadie y dudo que Destiny lo haga. Me coloco la camisa del uniforme abriendo la puerta.
—Abuela. —me sorprendo al ver a mis abuelos frente a mi.
—Querido. —mi abuela pasa dando un beso en mi mejilla.
Saludo a mi abuelo, cuando ambos entran cierro la puerta volteándolos a ver.
—¿Por qué no me dijeron que vendrían? Pude pasar por ustedes.
—Teníamos que resolver unas cosas aquí. —contesta mi abuelo— Y tu abuela quería darte la sorpresa.
Hablo con ellos por varios minutos mirando la hora en mi celular. Como cada día, Nelly sale de la habitación justo a las siete veinte, la veo frotándose los ojos mientras camina hacia donde estoy.
