Destiny
El mesero deja la taza de té frente a mi, mientras que a los chicos les da las tazas de café que pidieron. Los convencí de venir a un café para charlar como me lo debían, con ellos sol los únicos que me gusta hacerlo sin sentirme incómoda.
El ambiente está un poco tenso ya que junté a Christopher y a Bratt, pero bueno. Aceptaron por mi, y ambos me juraron que sólo por un rato dejarían su odio por el otro para complacerme en esto.
—¿Recuerdas cuando nos escapamos de la academia y nos fuimos a tomar malteadas de chocolate porque Des nos siguió? —menciona Patrick haciendo que sonría un poco.
Ellos tenían dieciséis, yo doce, tenían la costumbre de escaparse e ir a beber. Esa tarde yo había acabado mis clases y estaba esperando a que... ese hombre, llegara por mí para que me llevara a casa. Los vi a los cuatro irse y decidí seguirlos porque para eso no sabía que era lo que hacían.
Se dieron cuenta luego que yo iba detrás de ellos, y se inventaron la peor excusa del mundo pero que yo les creí porque, les creía todo a esos cuatro:
—Vamos por malteadas de chocolate.
Les creí a pesar de que jamás los había visto tomar alguna malteada. Y que de hecho, a Christopher no le gustan.
—Fue una tarde entretenida. —asiento— Jamás los había visto tan frustrados como ese día.
—Y no fue la primera vez que nos dañaste un plan. —se queja mi hermano.
—No es mi culpa que nunca me pudieran decir que no.
—Por favor, la única vez que lo hicimos pusiste ojos de cachorrito. —Bratt ríe— Eras demasiado tierna como para decirte que no.
Escucho a Simon suspirar de forma dramática, cuando lo miro está con una sonrisa mirándome.
—¿Qué pasa?
—Te extrañamos mucho, hiciste falta.
Sonrío.
—Yo también los extrañé, a los cuatro. —los miro— Deberíamos hacer esto seguido. —les lanzo una mirada a Bratt y a Christopher— No me importan los problemas que tienen ustedes dos, cuando estén conmigo se comportan como hombres y no como unos inmaduros.
Mi hermano rueda los ojos.
—No te preocupes. —Bratt asiente.
Peleando por una mujer... Parecen adolescentes hormonales.
—Bueno. —veo la hora en mi reloj— Tengo que irme, tengo que comenzar a prepararme. ¿Los veo en la noche?
Patrick, Christopher y Simon se pusieron de acuerdo para estar de guardaespaldas esta noche en la dichosa cena que Nelly planeó con ese hombre. A pesar de que dije que sólo necesitaba a uno que le diera seguridad, los tres terminarán yendo, ya hasta Patrick reservó una mesa para ellos.
—¿A donde irás? —pregunta Bratt interesado.
—Nelly hizo un increíble amigo en la central. —digo con mala cara— Y la niña preparó una cena para que lo conozca y confíe en él. Estos tres irán porque, yo no quiero estar a solas con un hombre.
—¿Un amigo de la central? —levanta una ceja.
Veo cómo Patrick y Simon se lanzan una mirada que no entiendo. Antes de que pueda decir el nombre que más o menos recuerdo, es Christopher quien lo dice con una sonrisa que conozco, es cuando soltará algo que seguramente no será bien recibido.
—Es Parker.
De acuerdo... ¿Por qué el ambiente se puso tenso de la nada? Christopher parece disfrutar el momento, Simon mira hacia otro lado, Patrick mira a mi hermano negando, y Bratt parece que escucho hablar de su peor enemigo.