Unos días luego...
Destiny
—No.
Christopher se sienta a mi lado pero no lo miro, sigo pintando el lienzo de colores morados, rosas ya anaranjados para recrear un atardecer.
Quiere que vaya a una reunión, fiesta o lo que sea que se haga hoy relacionado a la campaña en un hotel. No me interesa ir, no quiero estar ahí.
—Eres mi hermana, debes venir conmigo.
—¿Puedo usar mi papel de media hermana para no tener que ir? —murmuro.
Es algo que siempre hacía para intentar librarme de varias cosas cuando era pequeña, decirle que en realidad éramos medios hermanos. No es la gran cosa, pero a Christopher por alguna razón siempre le enoja que le recuerdo que somos medios hermanos.
—No, esta vez no te servirá.
—No quiero ir, sabes lo mucho que me incomodan esas cosas.
—Estarás conmigo y con Alex.
Elevo una ceja al voltearlo a ver.
—Claro... No es la primera vez que me dices eso, luego termino sola y en una crisis nerviosa.
—Patrick y Simon estarán ahí también, no estarás sola.
Me lo pienso por unos segundos. Entre él y papá quieren que salga más seguido de casa y no me la pase encerrada. Papá ya me ha llevado de compras tres veces, ya sea para ropa o pinturas, sólo me quiere sacar de aquí.
—Aunque diga que sí, no tengo un vestido para esto.
Y no creo que haya tiempo para ir a comprarme uno.
—Te compré uno. —me pasa una bolsa con la que había entrado hace rato pero que no le había prestado atención.
Suspiro sacándolo para poder verlo. Es rojo, niego.
—Sabes que ya no me gusta usar rojo...
—No puedes temerle a un color. —pasa su mano por mi mejilla llevando un mechón de mi cabello por detrás de mi oreja.
Miro el vestido otra vez. Se nota que es todo lo que comencé a odiar hace años. Lo compró a propósito.
—Me imagino que iré con papá. —termino aceptando— Está bien...
Sonríe dando un beso en mi mejilla.
Se queda conmigo unos minutos más, la mayor parte en silencio y sólo viéndome pintar. Esta pintura sólo la hago para entretenerme, no es de las que normalmente hago para exponer. Sólo para pasar el rato.
Al mediodía se va diciendo que debe hacerse cargo de varias cosas. Yo aprovecho eso para recoger un poco mi habitación para no tener tanto estorbo a la hora de comenzar a prepararme.
Cuando la tarde cae entro al baño para ducharme y lavar mi cabello. Me tomo mi tiempo preguntándome si en serio en necesario que vaya a ese lugar. Al terminar cierro la llave, me seco y envuelvo en la bata de baño mientras seco y hago hondas en mi cabello.
Ya con el cabello arreglado miro el vestido que cuelga de la puerta del armario. No es algo que usaría en estos momentos, para nada, pero es el único vestido que tengo para la ocasión, y ya que Christopher se tomó el tiempo de ir, escogerlo y comprarlo, pues sólo por eso lo usaré.
Para cuando papá toca mi puerta ya yo estoy terminando de colocarme los pendientes de rubíes que he tenido guardados por mucho tiempo y que él me regaló.