Tres semanas luego...
Destiny
—Jaque Mate. —hago el último moviendo.
Parker se queda mirando el tablero de ajedrez sin ninguna reacción. Ya no puede tener ninguna cuando es la sexta vez que le gano.
Nelly está jugando por el parque con otros niños mientras nosotros estábamos sentados en una de las mesas jugando ajedrez, aunque ya pasó de ser un juego a algo más serio porque creo que está enojado.
—Estás haciendo trampa. —acusa.
Es un muy mal perdedor.
—Claro. Seis veces consecutivas haciendo trampa. —ruedo los ojos— ¿Ya te rindes?
—No.
Bueno, yo le di la oportunidad de retirarse con dignidad.
Acomodo las puedas otra vez en el tablero, él le da vuelta mirándome con acusación. Como si yo estuviera haciendo trampa por usar el lado negro del tablero.
—¿Es en serio? —levanto una ceja.
—Inicio yo.
—Como quieras...
Ya yo estoy aburrida, las primeras dos rondas fueron divertidas, quizás también la tercera. Pero ya ganarle es tan fácil que lo divertido se fue.
Suspiro luego de un rato dando el último movimiento.
—Jaque Ma...
—Ya cállate, Des.
Intento no hacerlo, pero la carcajada que suelto es inevitable por su frustración.
—Christopher y tú son muy malos perdedores.
Mi hermano jamás ha podido ganarme en ajedrez, por más que lo intente, por más trampa y trucos que haga jamás a podido ganarme. Ni si quiera a estado cerca de hacerlo.
—No te había escuchado reír en todo este tiempo. —murmura ladeando la cabeza con una sonrisa.
Sonrío aún divertida.
—No me habías dados motivos para hacerlo.
Niego con risa recogiendo mi cabello. Comienzo a sentir como varias gotas de lluvia caen sobre mi piel. Miro al cielo nublado.
—Ya deberíamos irnos antes de que... —y comienza a llover fuerte— llueva.
Guardo todo en su caja y algunas cosas en mi bolsa mientras él llama a Nelly. La niña corre hacia nosotros y toma la mano del Alemán. Caminamos rápido hasta su auto antes de que llueva aún mas fuerte.
—¿Irás a la boda de mi tío, Dom?. —Nelly de asoma por medio de los asientos.
—Creo que sí.
—Ya... ¿quieres ir con nosotras? No queremos estar solitas.
Hago una mueca mirando a la niña, esta tiene una sonrisa extraña en la cara. Lo que me faltaba, que estuviera loca.