Cinco meses después de los acontecimientos del extra anterior...
Dominick Parker
—¿Mamá está bien?
—No tengo idea.
Nelly y yo nos miramos por unos segundos antes de voltear a ver a Destiny. Lleva desde hace semanas actuando demasiado extraño.
Le he preguntado muchas veces que le sucede y me dice que no es nada, pero no le creo. Es claro que algo le sucede, hasta Nelly lo nota.
—¿Saldrás? —pregunto hacia mi hija al verla cambiada de ropa.
—Ajá, Roxana me invitó a comer. ¿Puedo ir? Será en su casa y regresaré antes de que anochezca.
Asiento dándole permiso. Roxana es su mejor amiga, no es la primera vez que va a su casa.
Sonríe jalando de mi hombro para besar mi mejilla antes de irse. Me le quedo viendo hasta que cruza la puerta de la entrada, le hago una seña a su escolta para que se mantenga con ella hasta que regrese.
Suelto un suspiro decidiendo ir ahora con Destiny. Está en las sillas del jardín con una expresión en el rostro que me preocupa.
No entiendo que le ocurre, ha estado tan extraña, actuando raro, y sé que me oculta algo. Y por como se ve, es algo grave. ¿Pero que puede ser tan grave como para que no me lo pueda decir? Siempre ha confiando en mi para decirme lo que le pasa por la mente.
Nota que me acerco a ella, y cierra su computadora antes de que pueda estar a su lado. Beso su mejilla mientras me siento en la silla a su costado, notando que Athena está acostada sobre su manta debajo de la mesa. Es raro verla de día por el patio, le gusta más salir de noches correr por todo el jardín. Sólo sale para acompañar a Destiny.
—¿Puedes decirme que es lo que ocurre?
Me mira con duda, como si no supiera de lo que hablo.
—¿A qué te...?
—Sabes a que me refiero. —interrumpo— Destiny, estas actuando demasiado extraño, sólo quiero saber que es lo que te atormenta tanto.
Sólo sonríe y niega.
¿Mi preocupación le parece chistosa? Porque no es para nada gracioso ver a mi esposa andar como alma en pena por la casa desde hace semanas, y sin poder hacer nada porque no sé absolutamente nada de lo que le sucede.
—Estoy bien.
—No lo estás. Sabes que jamás te presionaría para que me digas algo, pero esta vez es diferente. ¿Qué ocurre?
Aprieta los labios.
—No es nada malo...
—Si no es nada malo, ¿por qué no me lo puedes decir? Me preocupas, hermosa, y no sólo a mi...
—Dominick...
—Nelly también se ha dado cuenta que llevas semanas actuando de este modo...
—Estoy embarazada.
—Necesito saber que estas bien o no podré estar tranquilo y... ¿Qué?
¿Acaso dijo que...?
Mi cuerpo se tensa mientras que ella sólo sonríe, pero a la vez comienza a llorar.
Está embarazada.
—¿Vamos... a tener un hijo?
—Sí, mi amor. —pasa su mano por su rostro apartando las lágrimas que cayeron— Vamos a tener un bebé.
