Unas semanas luego...
Destiny
Entro a la habitación de Nelly, ella está terminando de cerrar su maleta.
—¿Tienes todo?
—Sí mami.
—Bien. —sonrío— Bájala, ya nos tenemos que ir.
La niña asiente bajando la maleta de su cama. Yo tomo la mía del pasillo y ambas bajamos hacia el primer piso, donde uno de los chicos toma las maletas para subirlas a la camioneta.
Todos están en la sala esperando por nosotras.
—¿Esto es necesario? —mamá se acerca junto a papá— No tienen que irse...
—La terapeuta trabajará mejor con Nelly allá. —sonrío— Sólo será por un tiempo, regresaremos.
Viajaremos unos meses hacia Suiza, donde una muy buena terapeuta infantil que me recomendó la mía nos espera para iniciar las secciones con Nelly.
Mi hija no ha querido salir de casa, con las únicas personas con quienes hablan es con su padre o conmigo, con nadie más se atreve, y lo mejor para ella es que alguien profesional la vea.
Añadiendo que el luagar donde viviremos es muy tranquilo, justo lo que ambas necesitamos por un tiempo.
—Lo entendemos. —papá sonríe asintiendo.
Mamá quiere oponerse, pero mi padre le termina dando un codazo en las costillas nada disimulado.
El golpe que luego mamá le dio en el rostro sí que ni lo intentó disimular.
—Cariño... —miro a Nelly— Ve con tu padre...
—Sí... —mira a mis padres— Adiós...
Se apresura hacia donde Dominick para que la tome en sus brazos.
—Ya Christopher, Dominick, Patrick y Simon se han encargado de investigar a esa terapeuta. —incluso saben a qué es alergénica, así de profunda fue su investigación para asegurarse de que sea buena terapeuta— Todo saldrá bien, esperamos regresar en un par de meses.
—Cuídense mucho, mi vida. —mi madre me abraza— Las amo.
—Supongo que nosotras a ti...
—¿Supones, Judith? ¿Supones?
—Quítate y deja tu puto drama. —papá la empuja para abrazarme— Llama en cuanto llegues.
—Claro que sí. —río.
Me sueltan para seguir discutiendo entre ellos, al parecer no tienen más que hacer con sus vidas. Sara y John me pasan por el lado despidiéndose ambos con un abrazo, para ir a separar a sus parejas antes de que se maten.
—Bueno... —sonrío a los chicos— Prometo que esta vez no me iré por diez años.
Simon y Patrick son los primeros en acercarse. Ambos me abrazan a la vez de una manera que casi me deja sin aire.
—Te llamaremos por lo menos dos veces a la semana. —dice Patrick.
—Y si no contestas iremos por ti. —amenaza Simon.
Río por sus idioteces.
—Me lo imagino. —se separan— Los adoro mucho. —les sonrío.
—Nosotros a ti.
—Espero que estes aquí para cuando nazca tu ahijado o ahijada. —dice Patrick.
Me había dicho hace dos días que será padre por segunda vez, estaba muy feliz cuando me lo dijo y yo también me encontraba feliz por él. Esta vez le prometí estar en ese nacimiento, no me perderé otro de alguno de mis sobrinos por parte de estos dos idiotas.