Unos días luego...
Narrador Omnisciente
Como se había planeado, luego de que los soldados llegaron de una misión en Grecia se pusieron a trabajar en la búsqueda de aquella casa en medio del bosque. Era mucho terreno, desde los satélites no se podía buscar por la vegetación que tapaba todo.
Era un grupo pequeño, los de confianza y los que sabían sobre lo que pasaba, de esa forma no se llamaba la atención. Bratt estaba incluido en ese grupo, pues aunque ninguno de los demás se llevaban con él y el capitán no los toleraba, prefería guardarse el rencor por un rato y dedicarse a ayudar a su mejor amiga.
El mapa frente a ellos estaba tachado en varias partes en donde estaban seguros que no se encontraba esa casa, aún así, el territorio era bastante grande.
—Nos tomará al menos dos días recorrer todo esto.
Reece Morgan se acercó al mapa para analizarlo. El ex coronel se había unido a la misión sólo para acabar de una vez por todas con todo el sufrimiento que estaba pasando su sobrina.
—No si lo reducimos. —tacha una gran parte del mapa— Si se la iba a llave no se arriesgaría a que fuera en un lugar cercano, tendría que alejarse bastante, pero no demasiado que le quitara tiempo.
Ahora sólo quedaba una pequeña parte que se reducía a unas cuantas horas. El hombre circula un lugar exacto.
—Debe estar en esta área. —señala Christopher— El desvío que tomó está cerca.
—Alístense. —ordena el ministro— Salimos en una hora.
Mientras tanto, en el departamento del alemán Destiny se encargaba de vestir a su hija con ropa más cómoda que su pijama para el día. Cepilla su cabello haciéndole dos trenzas, adornándolas con pequeños lazos azules.
—¿Dom vendrá a almorzar?
—No, me dijo que tenía que encargarse de unas cosas, quizás llegue tarde así que lo verás mañana.
La niña asiente. Si antes se había vuelto muy apegada al capitán, en estos días lo estaba aún más. Sentía mucho miedo, no quería que alguien se la llevara lejos de su mamá, y las únicas veces que se sentía segura era cuando su mamá estaba su lado, o Parker estaba con ella.
Aunque se sentía mucho más segura con el alemán, porque a su madre también la sentía nerviosa cuando él no se encontraba, y si su mamá estaba nerviosa, ella se ponía más nerviosa.
Destiny termina de arreglarla, ambas van hacia la cocina en donde la mujer deja la comida de la pantera en su plato antes de colocarla en el suelo, para luego preparar el almuerzo.
Se encontraba distraída, sabía que irían a esa casa en medio del bosque y eso la mantenía nerviosa. Su novio le había dicho que no pensara en eso, pero no puede evitar hacerlo. Ruega con todas sus fuerzas que consigan algo que los de con Alekser, sólo cuando él esté muerto ella estará tranquila y podrá ser feliz del todo.
De regreso con los soldados, una vez todos estuvieron preparados se fueron hacia ese punto del bosque. Fueron unas largas horas en los vehículos, y otro rato a pie.
Conforme avanzaban, los árboles se volvían más frondosos y la luz escasa. A pesar de que era de día y sol estaba en el punto más alto, la luz no entraba del todo por donde caminaban.
—Por ahí. —señala uno de los soldados hacia donde se podía ver un techo de madera a lo lejos.
El grupo camina hacia ese lugar. Al estar cerca podía notar lo abandonada que se encontraba, no se podía ver a través de las ventanas de cristal por el polvo y la tierra que las cubría, el césped alto rodeaba al rededor de la casa y una enredadera bloqueaba la puerta.
