Un mese después...
Destiny
No sé porque me dejo convencer de esto.
Esperen, sí sé. Porque Nelly habla y habla, irritándome la mañana, tarde y noche con la misma pregunta hasta que acepto hacer lo que dice contar de que me deje tranquila dos segundos.
Esto es culpa de Christopher, de papá, del tío Recce, de mamá, ¡de todos ellos! Por hacer lo que ella quiere al instante, es una caprichosa que hace berrinche cuando no tiene lo que quiere.
Ahora me toca caminar con ella y con su súper mejor amigo por el parque ya que se le ocurrió hacer esto, añadiendo que trajo a Zeus con ella para jugar un rato.
No es la primera vez en este mes que me hace hacer esto, prácticamente hemos salidos los tres cada fin de semana por ideas que se le ocurren a la niña. Eso no quiere decir que me gusta esto, sólo lo hago por dos cosas: para que me deje en paz, y porque papá quiere que salga más de casa.
Claro que salgo con seguridad, hay muchos soldados al rededor. Sólo yo lo sé porque están por ahí actuando de civiles, a excepción de los tres escoltas detrás de mi.
—¿Te cortaste el cabello?
Volteo a ver al hombre que camina a mi lado.
Admito que no me siento incómoda del todo con él. Aún no estaría a solas con él, la razón por la que me siento un poco normal es porque estamos en el exterior y los guardias me vigilan, pero, estoy manejando esto bastante bien.
Creo.
Mi psicóloga dice que ve un avance en mi por eso, así que creo que estoy manejando bien la situación. La terapia funciona mejor estando acá, supongo...
—No. —lo miro raro.
—Se ve más corto.
—Ah, es que me quité las extensiones que tenía. —tomo un mechón de cabello— Este es mi largo natural.
—Yo le dije que no lo hiciera porque se ve bonita con el cabello largo, pero no me hizo caso. —habla Nelly frente a nosotros
Ruedo los ojos negando y mirando hacia otro lado.
Nelly suelta a Zeus de la correa para ir a jugar, el perro comienza a correr y ella detrás de él. Suspiro sentándome en una mesa que está en medio del parque. Hay muy pocas personas y eso me mantiene tranquila, no estar rodeada de tanta gente.
—No tenias que venir, ¿sabes? —Parker se sienta frente a mi.
—¿Disculpa?
—No lo digo por nada malo, es que me he dado cuenta que no te sientes cómoda cuando sales. —me lanza una media sonrisa— Y Nelly también me lo ha dicho.
—Es verdad... —murmuro— Pero es lo que le toca por tenerla a ella.
Y no darla en adopción cuando tuve la oportunidad.
—Mamá, ¿me recoges el cabello? —Nelly corre hacia donde mí.
Respiro hondo tomando una liga de cabello, se da media vuelta dándole la espalda y recojo su cabello rubio en una cola alta.
—No tan fuerte... —de queja— Oye, dolió.
—Para que no se te caiga. —se da la vuelta sobando su cabeza enojada— Ya vete a jugar.
—¿Vienes conmigo, Dom? Por favooooor.
El aleman asiente levantándose para seguirla. Mientras, yo saco mi IPad para hacerme cargo del trabajo que me dio Christopher. Me pidió que diseñara las invitaciones de su boda, como si yo tuviera ganas de esto.
Lo que hago porque es mi hermano y lo quiero, si fuera otra persona diría que no al instante.
Me entretengo en esto por varios minutos, tomando algo de fruta que había traído por si estábamos aquí. Alzo la vista al escuchar los ladridos de Zeus y las carcajadas de Nelly.
Los veo a ambos casi rodando por el suelo con Zeus rodeándolos. La niña se intenta poner de pie pero Parker la toma por el brazo y la bala haciéndole cosquillas que causan más carcajadas de su parte.
—¡Atácalo, Zeus! —grita ella riendo.
Zeus le salta encima para que la suelte, obviamente también jugando pues no le enseña los colmillos ni nada. Parker la suelta y se sienta mirándola divertido. Luego ella le salta encima.
Niego bajando la vista otra vez a lo que hacia.
•••
Llegamos a casa cuando el sol estaba callando. Me encontraba muy cansada y lo que quería era subir a mi habitación, darme un baño e irme a la cama.
Clo abre la puerta dejándonos entrar, Nelly de había quedado dormida así que Parker la cargaba.
Me encuentro con mis padres y Sara en la sala cuando pasamos por ahí, ellos se nos quedan viendo raro.
—Hola...
Es lógico que mamá me mire muy confundida. No le había dicho sobre el nuevo amigo de Nelly, o por lo menos no que ya había aceptado todo eso.
—Parker. —papá lo saluda serio caminando hacia donde nosotros. El alemán devuelve el saludo— Cariño. —me da un beso en la frente.
—Hola papá.
—¿Está muy dormida? —pregunta mirando a su nieta.
—Lo está. —avisa el hombre que la sostiene— Bastante.
—Dámela, la llevaré a su habitación.
Papá intenta tomarla, pero cuando Nelly siente que la separan de Parker se queja abriendo los ojos muy poco y aferrándose a él. Los ojos se le vuelven a cerrar muy dormida.
Suspiro.
—Clo, lleva a Parker a la habitación de Nelly para que la deje en su cama.
No vamos a estar aquí toda la noche esperando a que ella quiera soltarlo.
Ella hace lo que le pido, papá va con ellos.
Me acerco a las dos mujeres saludándolas.
—¿Qué está ocurriendo? Pensé que no querías a personas desconocidas sería de ustedes, mucho menos hombres. —murmura mamá sólo para nosotras.
—Yo no lo quiero cerca de mi, ella sí, y ya estaba cansada de pelear con ella, su voz se pone chillona y me provoca dolor de cabeza.
Mamá se cruza de brazos.
—Esa eres tú cariño. Nelly jamás ha puesto voz chillona a menos que sea para burlarse de ti.
—Como sea. —me niego— Luego te cuento sobre eso, quiero ir a darme un baño.
—¿Quieres que te suban la cena, linda? —pregunta Sara.
—Sí, pero dentro de una hora.
Ella asiente. Le doy un beso en la mejilla a mi madre y las dejo ahí para irme a mi habitación. Me encuentro a papá bajando las escaleras, me murmura que hablará conmigo más tarde y le digo que está bien.
Veo a Parker cerrar la puerta de la habitación de Nelly al llegar a la mía.
—Dice que quiere que almorcemos mañana. —me avisa.
—¿Qué le dijiste? —elevo una ceja.
—Que te lo dijera a ti antes.
—Ya... —respiro hondo, ¿para qué sigo peleando con ella y provocándome dolores de cabeza?— Emm... Supongo que te veré en la central.
—De acuerdo. —asiente— Descansa, las veré mañana.
—Hasta mañana. —hago una mueca en el intento de una media sonrisa.
Lo veo bajar las escaleras hacia el primer piso, y entro a mi habitación.
•••