Destiny
Cepillo el cabello de Nelly mientras tararea una canción. Ya ambas estábamos casi listas para ir a la exposición, sólo me quedaba arreglarle el cabello y ponerme mis tacones.
Le hago unas pequeñas trenzas a los lados uniéndolas en la parte de atrás con su demás cabello suelto. De niña me hacía muchos peinados yo sola, así que se me hace fácil y rápido hacerle peinados a ella.
—Ya está. —digo al terminar de amarrar con una pequeña liga de cabello.
Ella se mira al espejo, yo me siento en la cama para colocarme los tacones negros.
—¿Cuanto estaremos ahí?
—No lo sé, hora y media, quizás dos.
—¿Y después podemos ir a cenar?
—Tal vez.
Me miro al espejo asegurándome de que todo está bien con mi maquillaje y peinado. Echo mi celular en mi pequeño bolso y ambas salimos de la habitación.
Los chicos nos esperan en la puerta, bajamos hasta salir del hotel en donde el auto aguarda. Dejo que Nelly entre primero, la sigo. La galería está a veinte minutos del hotel, llegamos en menos tiempo en el auto.
Bajamos del auto entrando al lugar, un ambiente relajado que me gusta. Me han invitado a miles de exposiciones, pero siempre me había negado a ir, no fue hasta que regresé a Londres que los chicos, Christopher o papá me acompañaban. Ahora que me siento menos nerviosa al estar rodeada de personas, creo que puedo disfrutar bien estos eventos que tanto me interesan.
Nelly toma mi mano mientras caminamos por el lugar. Vemos las primeras obras que se pueden ver, por lo menos yo lo hago, ella está aburrida desde que dejamos el hotel. Le di la opción de quedarse en la habitación y no quiso, ahora que se aguante.
—Señorita Morgan, soy Lucia Ricci. —miro hacia un lado cuando la dueña de la galería se me acerca— Que gusto que haya aceptado la invitación.
—Gracias por invitarme.
Hablo con ella un par de minutos. Me explica los temas de esta exposición, los cinco pintores que estarán presentando sus obras contando las de ella.
Me lleva hacia donde están sus cuadros hablándome de la historia detrás de cada una de ellas. Son muy hermosas, todas.
Nelly se recuesta de mi costado soltando un suspiro, la veo de reojo jugando con la falda del vestido que trae. Termino pasando mi mano por su cabello mientras sigo escuchando a la señora.
Saludo tranquila a los otros pintores, al igual que hizo la señora Ricci me explicaron una que otra de sus pinturas.
— Hace unos meses viaje a Londres y pude apreciar su trabajo. Son magníficas. —menciona otra mujer— Esperamos ver sus obras aquí el próximo año.
—Si se da la oportunidad, seria un gusto.
Estuve en la presentación y discurso de esta nueva temporada, aunque no presté mucha atención a lo que decían. En realidad no me iba a quedar tanto, tampoco soy una persona social para estar con personas que no conozco durante mucho tiempo. Me quedé lo necesario para ver y admirar cada pintura, también para mirar el lugar, me parece muy hermoso el edificio.
Luego de que se cumplieron las dos horas, que en realidad fue mucho para mis gusto pero no quería verme tan maleducada yéndome de inmediato, nos fuimos a cenar como esta niña lo pidió.
Había un restaurante que se especializaban en las pastas típicas de Italia, las recetas tradicionales. Como no era tan lejos nos fuimos caminando con tres hombres detrás y los otros dos llevarían el auto hasta allá.