La Magia del Océano

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Al mañana siguiente, muy temprano, Emily salió de casa sin ni siquiera desayunar. Al salir se encontró con Elena que estaba paseando a Max.

Emily: Hola Max Bonito. Hola Elena.

Elena: Emily ¿Qué haces tan temprano en la calle?

Emily: No, he pasado muy buena noche. Cuando llegué a casa discutí con Andrea y mi padre sin preguntar se puso de su lado y me grito.

Elena: Bueno, entiende que es la hija de su hermana y que él tiene que cargar con una chica de 16 años problemática que no es su hija.

Emily: Ya, no entiendo porque mis tíos la tuvieron que enviar con él.

Elena: ¿Quieres venir conmigo a pasear a Max?

Emily: Claro.

Y se alejaron del lugar hablando y jugando con Max. Reían y se divertían mientras se alejaban.

Durante su paseo matutino por el pueblo costero, Emily y Elena podrían toparse con Nathan mientras él explora la playa en busca de inspiración para sus estudios de historia

Emily: ¡Mira, es Nathan! ¿Qué estará haciendo aquí tan temprano?

Elena: Parece que está caminando por la playa. Debe de estar buscando algo de paz fuera de su casa.

Emily: ¡Hola, Nathan! ¿Qué te trae por aquí tan temprano?

Nathan levanta la mirada y sonríe al ver a Emily y Elena acercándose.

Nathan: ¡Hola, chicas! Estoy disfrutando de la tranquilidad de la playa esta mañana. ¿Qué os trae a vosotras por aquí?

Elena: Estamos paseando a Max. ¿Quieres unirte?

Nathan: ¡Claro! Me encantaría. Siempre es agradable tener compañía en mis paseos matutinos.

Los tres continúan caminando por la orilla del mar, compartiendo historias sobre el pueblo y sus experiencias en la costa. Nathan comparte su fascinación por la historia marítima del lugar, mientras Emily y María cuentan anécdotas sobre sus travesuras en la playa.

Mientras caminan por la orilla del mar, Nathan comparte algunas de las historias marítimas más fascinantes del pueblo costero. Habla sobre los antiguos naufragios que aún yacen bajo las aguas cristalinas, desvelando misterios que han intrigado a los lugareños durante generaciones. Emily y María escuchan con atención, cautivadas por las narraciones detalladas de Nathan sobre los tesoros perdidos y las leyendas de piratas que han dejado su huella en la historia del lugar.

Elena: ¿En serio crees que en este pueblo hay tesoros escondidos?

Nathan: ¡Por supuesto! Los lugareños han pasado estas historias de padres a hijos.

Emily: en los libros si pone que en el pasado hubo piratas en el pueblo. Por la tanto sería posible que hubiera algún tesoro. Seria increíble encontrarlo y poder irme de este lugar.

Elena y Nathan se miraron sin entender lo que decía Emily, ella nunca había mostrado interés en irse del pueblo.

Nathan: ¿Os apetece ir a la cafetería de Daniel? Ya debe estar abierto

Elena: yo no puedo, pero ir vosotros.

Nathan y Emili se despiden de Elena y se dirigen hacia la cafetería.

Daniel no está, se piden un café y un bollo y van a una mesa junto a la ventana.

Nathan: ¿Qué ha sido ese comentario de antes?

Emily: ¿A cuál te refieres?

Nathan: Al de irte del pueblo. No sabía que era algo que querías hacer.

Más Allá de las Barreras del CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora