El lunes amaneció con el típico bullicio de la oficina: teléfonos que sonaban, teclados que repiqueteaban y conversaciones en los pasillos. Emily llegó temprano, como de costumbre, lista para enfrentar otro día de desafíos y decisiones.
Al entrar en su despacho, se encontró con una bandeja llena de correos electrónicos por revisar y varios informes que requerían su atención inmediata. Se sentó frente a su ordenador, tomando un sorbo de café caliente para prepararse para la jornada que tenía por delante.
Mientras tanto, Nathan llegaba poco después, con un aire sereno pero decidido. Después del fin de semana en el parque con Alejandro y la compañía de Emily, Sarai y Leo, sentía una nueva energía para abordar las responsabilidades que le esperaban en la empresa.
Emily: Alexa, si el señor Baker ha llegado dígale que venga a mi oficina.
A los poco minutos la puerta sonó.
Emily: Adelante.
Nathan entro con una sonrisa en la cara.
Nathan: ¡ Buenos días!
Emily: ¡buenos días! Parece que empiezas la semana con mucha energía.
Emily entregó un sobre a Nathan.
Nathan: ¿Qué es esto?
Emily: Te devuelvo lo que es tuyo.
Nathan: No sé a qué te refieres.
Emily: Te devuelvo la empresa.
Nathan: Pero Emily... es tuya.
Emily: No, yo tengo mi empresa, pero no creas que te la estoy regalando. Solo voy a pedir la cantidad que invertí cuando me hice con ella, puedes pagarme como te venga bien. Eso sí, tengo condiciones. Ni tu abuela ni tu madre tendrán que ver con la empresa. Tu padre nunca se sentara en la silla del presidente y tu abuelo nunca volverá a hacerlo. Sé que son tu familia, pero sabes que incluso han intentado dañarme como empresaria. Puedes leer los documentos tranquilamente y si estas de acuerdo firmarlos. Veras que hay unas clausulas por 5 años para que se cumplan mis condiciones.
Nathan: No sé qué decir...
Emily: Tómalo como un gesto de buena voluntad. Quiero que sepas que estoy aquí para ayudarte a construir un futuro sólido para ti y para Alejandro.
Nathan: Gracias, Emily. Esto es mucho...
Emily: Lo hago porque creo en ti. Y creo que es lo justo, ya no quiero seguir con esta venganza.
Nathan: Gracias de nuevo por esto.
Emily: Estoy aquí si necesitas hablar o si tienes preguntas sobre los términos.
Nathan tomó el sobre entre sus manos, sintiendo el peso de las decisiones que tenía por delante. Miró a Emily, con gratitud y sorpresa en sus ojos.
Nathan: No esperaba esto. Es un gesto muy generoso.
Emily: Quiero que sepas que puedes confiar en mí. Y que estoy comprometida a hacer lo correcto.
Nathan: Lo sé. Y te lo agradezco de verdad.
Emily asintió, sintiendo un alivio al ver la aceptación en los ojos de Nathan. Sabía que las cosas no serían fáciles, pero estaba decidida a hacer todo lo posible por apoyar a Nathan y asegurar un futuro estable para ambos.
Emily: Tómate tu tiempo para leerlo. No hay prisa.
Nathan: Lo haré. Y hablaremos más tarde sobre esto.
Emily asintió, sabiendo que habían dado un paso importante ese día. Sabía que el camino hacia adelante sería desafiante, pero estaba dispuesta a enfrentarlo con determinación.
Emily: Entonces, ¿hay algo más en lo que necesites ayuda hoy?
Nathan sonrió, agradecido por tener a Emily a su lado en esos momentos críticos.
Nathan: Solo necesito un poco más de café y volveré a trabajar en estos informes.
Emily: Considerado hecho. Iré a buscarlo.
Emily se levantó y salió de su despacho por un momento, dejando a Nathan con sus pensamientos y los documentos que sostenía en sus manos.
Cuando Emily volvió Nathan había firmado los documentos.
Emily: ¿No lo has leído?
Nathan: No me hace falta, tus condiciones me parecen bien, es normal que quieras dar un escarmiento a mi familia.
Emily: Nathan, quiero que estés completamente seguro de esto. Es importante para mí que entiendas todos los términos y condiciones.
Nathan: Emily, confío en ti. Sé que esto es lo mejor para todos nosotros en este momento.
Emily: Aun así, deberías revisarlos por completo. No quiero que te arrepientas después.
Nathan: Lo sé, pero no hay necesidad. Confío en tu juicio y en tus intenciones.
Emily se acercó a Nathan.
Emily: Bien, si estás seguro, entonces procedamos. Enviaré los papeles a mis abogados para que pongan la empresa a tu nombre y serás el nuevo presidente.
Emily sintió alivio. Las cosas volvían a su lugar, ella volvería por completo a su empresa, su sueño.
Nathan: Gracias, Emily, por tu apoyo y por creer en mí.
Emily guardó los documentos en una carpeta y luego se sentó frente a Nathan.
Emily: Ahora que eso está resuelto, ¿hay algo más en lo que pueda ayudarte?
Nathan: Creo que por ahora estamos bien. Bueno, si hay algo. ¿Cenarías esta noche conmigo? Solo para celebrar
Emily: Me parece una excelente idea. Terminaré de organizar aquí y revisaré esos documentos pendientes de los proyectos.
Nathan: Perfecto. Nos vemos esta noche entonces.
Emily asintió con una sonrisa y Nathan se preparó para regresar a sus tareas mientras Emily se ocupaba de los últimos detalles en su despacho.
La cena transcurrió en un ambiente relajado y agradable. Nathan había elegido un restaurante elegante pero acogedor, donde la música suave y la iluminación cálida creaban el escenario perfecto para una noche de celebración.
Nathan: Me alegra que hayas aceptado venir. Necesitábamos una pausa de todo el estrés del trabajo.
Emily: Sí, definitivamente. Ha sido un día largo, pero siento que estamos haciendo buenos progresos.
Mientras disfrutaban de la cena, conversaron sobre temas ligeros y recuerdos del pasado. Las risas y las sonrisas se hicieron más frecuentes a medida que la noche avanzaba.
Nathan: ¿Recuerdas cuando solíamos escaparnos a la playa en Costa Serena? Aquellos días parecían tan simples.
Emily: Claro que sí. Eran tiempos felices, sin tantas preocupaciones. A veces desearía que pudiéramos volver a esos días.
Nathan sonrió, sintiendo una mezcla de nostalgia y esperanza.
Nathan: ¿Sabes? A pesar de todo lo que ha pasado, me alegra que hayamos podido reconectar. Tenerte cerca, apoyándonos mutuamente, ha significado mucho para mí y para Alejandro.
Emily se sintió conmovida por las palabras de Nathan. Sentía una conexión renovada con él, una que había estado oculta durante años.
Emily: También me alegra, Nathan. Siento que estamos en el camino correcto, y estoy aquí para apoyarte en todo lo que necesites.
Nathan levantó su copa, haciendo un brindis.
Nathan: Por nuevos comienzos y por enfrentar juntos los desafíos que vengan.
Emily: Por nuevos comienzos.
Chocaron sus copas, sellando la noche con una promesa de colaboración y amistad renovada. La cena continuó con conversaciones más profundas y una sensación de paz que ambos apreciaban.
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Más Allá de las Barreras del Corazón
RomansaLa historia sigue la vida de Emily, una adolescente que reside en un tranquilo pueblo costero, y Nathan el nieto del adinerado magnate local. A medida que sus caminos se cruzan en su juventud, ambos enfrentan desafíos personales y familiares mientr...