Nueve

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Después de que la gran sonrisa de Rodrigo se hiciera presente por casi toda la casa, Iván, bajo las escaleras de la casa, e hizo como si recién se diera cuenta de que Rodrigo estaba ahí, aunque había estado corriendo por todos lados.

— Hola.

Dijo Iván tímidamente, todavía no se acostumbraba a su nuevo amigo, aunque esté fue directo a abrazarlo, está vez no fue muy largo, solo un abrazo sobrecargado de cariño, bastante acogedor.

Luego de una cálida bienvenida, los dos pequeños fueron a la habitación de Iván, que a decir verdad, era casi del mismo tamaño que la habitación de Rodrigo. Esta estaba pintada de un tono celeste, tenía un pequeño estante, con libros y peluches.

Obviamente jugaron un buen rato, y comieron aquellas galletas que anteriormente había prometido Iván que estarían, estaban tan ricas como Rodrigo se lo imaginó, estaba muy feliz de haber venido.

— Muchas gracias Iván, están muy ricas.

Rodrigo sonrió, e Iván también, luego, el castaño volvió a hablar.

— Me van a hacer una casa en el árbol, te voy a invitar siempre.

Iván se sorprendió, él siempre había soñado con tener una casa en el árbol, y ver qué Rodrigo la compartiría con él lo ponía muy feliz.

— Que bueno, ahí podremos comer muchas galletas.

Ambos rieron, se la pasaban muy bien juntos.

Persiana Americana ! RodriVanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora