Veintiseis

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Llegaron las no tan esperadas vacaciones de invierno. Y aunque era obvio que querían dormir todo el dia, no verían tanto al otro como les gustaría.

Con esto, me refiero a Rodrigo e Iván, que ahora mismo estaban en sus casas, estaba lloviendo mucho

Iván estaba tomando leche con cereales, mientras miraba por aquella ventana, con la persiana americana, deseando que el castaño se asomara derrepente

Rodrigo estaba escuchando música, a cerati, su mamá había comprado el nuevo CD y estaba puntuando cada canción, eligiendo la mejor

Hasta que de pronto, empezó a sonar persiana americana, quedando bastante confundido ¿Que era una persiana americana? ¿Y porque la canción hablaba tan románticamente? Aunque le gustaba, era bastante animada

"Tus ropas caen lentamente, soy un espía, un espectador. Y el ventilador, desgarrandote, sé que te excita pensar hasta donde llegaré"

Bueno, era medio raro que su vida tratara tanto de persianas, ¿Acaso moriría viendo una persiana? Era raro pensarlo

Mientras Rodrigo se hacía preguntas existenciales, Iván miraba la calle desde su ventana, viendo las gotas caer, ¿Será verdad eso de que, cada gota es un te amo? Quizás es solo dios meando.

De pronto, el castaño se asomó por su ventana, corriendo la cortina, también viendo la lluvia, hasta que vió a Iván asomado y lo saludó con la mano. El pelinegro sonrió y lo saludó también.

"Solo así, yo te veré
a través de mi persiana americana"

Ambos sonrieron, tenían ganas de salir, pero con esta lluvia era difícil que los dejarán salir.

¿Cómo podrían hablar si no es en persona? Bueno, ambos tenían un teléfono de casa

Parece que la idea se les ocurrió de inmediato, Rodrigo marcó algunos números y dentro de poco ya estaba hablando con Iván

— Hola Ivo, te extraño

— Hola Rodri, yo también

— Vení a verme

— Lo haría, pero seguro que me ahogo de tanto que está lloviendo

Ambos rieron, escuchar su risa a través del teléfono era raro

— Bueno, hacete un barquito de papel y me venís a ver

Volvieron a reír, prestando atencion a la risa del otro, hasta que, por el lado de rodrigo se escuchó una melodia

— ¿Estás escuchando música?

— Si, mi mamá compro un nuevo álbum. Persiana americana se llama la canción

— Yo tengo una persiana también, me re copió

Rodrigo sonrió, se asomó por su ventana también, viendo a Iván, y su persiana que estaba levemente cerrada, pero aún así se veía

— Ivi ¿Está tu mamá en casa?

— No, está trabajando ¿Porque?

Preguntó Iván, Rodrigo no contesto al instante, pero un minuto después, se volvió a escuchar su voz

— Mi mamá te invita a mi casa, hizo un brownie re rico

— Voy corriendo

Dijo, ambos rieron, y luego de cortar la llamada Iván se puso una chaqueta y sus zapatillas, con cuidado salió a la calle y fue a la casa de Rodrigo, que estaba al frente de la suya

Por alguna razón, le seguía dando vergüenza tocar la puerta, así que esperó un minuto, y después golpeó aquella madera, Rodrigo abrió casi al instante. Y con cuidado de que su mamá no estuviera viendo, le dió un beso a Iván antes de que entrara

— Parece que si me extrañaste

Iván sonrió, después de recibir y aceptar gustoso su beso de bienvenida, Rodrigo rodó los ojos

— Dale, pasá, que hace frío y mi mamá me va a retar

Ambos entraron a la casa, Iván se quitó su chaqueta y fue a la cocina de aquella casa, saludando a su suegra, ella también lo saludo, animadamente

— ¡Hola Ivancito! ¿Cómo estás? Rodri me pidió que te invitara ahora que no está tu mamá, dice que te aburres mucho solo

El pelinegro giró levemente su cabeza para mirar a Rodrigo, este solo miró para otro lado, fingiendo indiferencia

— Ah, si, me re aburro, aparte que ahora en vacaciones no tengo nada que hacer

Luego de intercambiar un par de palabras más, ambos se fueron al sillón cómodo que tenía Rodrigo, viendo la tele, mientras comían brownie. Y era verdad que estaba re rico, quizás era casualidad, pero el brownie era el dulce favorito de Iván.

— El brownie me re gusta

Dijo Iván mientras se llevaba un trozo a la boca

— Si, lo sé, por eso mi mamá te hizo

Las mejillas del pelinegro se tiñeron levemente de rosado, y miró para otro lado

— Gracias

Giró su cabeza y le robó un rápido beso a Rodrigo en los labios, este solo sonrió

Y así se pasaron la tarde, junto al otro, mientras hablaban y comían brownie





Persiana Americana ! RodriVanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora