Cinco

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Iván subió lentamente las escaleras, atrás de Rodrigo, no sé sentia tan seguro como le gustaría, no era un lugar conocido, y eso lo ponía nervioso

Y obviamente Rodrigo lo notó, por eso el también subía lentamente, acercándose a Iván lo más que podia

— Puedes sentarte en mi cama si quieres

Fue lo que dijo Rodrigo cuando entraron en su habitación, no era una habitación muy grande, era perfecta para el, pintada con un color verde oscuro

Iván solo asintió, y se sentó en la cama de Rodrigo tímidamente, con la cabeza baja

Rodrigo sacó de uno de sus cajones un par de dinosaurios de juguete, pasándole algunos a Iván, mientras sonreía

—¿Ya no te duele tanto la pierna?

Preguntó Iván, levantando levemente la cabeza aceptando aquellos dinosaurios

—Ya casi se me pasó, todo gracias a vos

La cara de Rodrigo se iluminó con una gran sonrisa, e Iván solo sonrió levemente, para después sonrojarse

Persiana Americana ! RodriVanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora