III

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Faith

Mis músculos se contraen y un sentimiento de ansiedad me embarga. Su afilada mirada me desgarra los sentidos secando completamente mi garganta.

—Faith cariño, pensábamos que no llegarías —murmura mi tía dándome un abrazo y eso hace que rompa el contacto arrollador que mantenía con él.

La abuela es la que sigue a abrazarme con fuerza contra ella y su dulzura aminora un poco las sensaciones que recorren mi cuerpo.

—Buenas noches a todos —saludo a mi amplia familia que se encuentra sentada en la mesa mirándome.

Tras depositar un cálido beso en la mejilla del abuelo y él sonreír con calidez, noto a Erling poner la mano en mi espalda.

Camino sintiéndome irritable mente observada, especialmente por unos ojos verdes que hacen temblar mis piernas con cada paso que doy.

Ocupo el asiento vacío infernalmente justo frente a él y al lado de mi esposo.

—Siempre amas ser el centro de atención Faith —masculla mi prima Katherine a mi lado pero sin mirarme.

Sonrío con ironía, ellas nunca me han tolerado, realmente a pesar de que todas nos criamos juntas no nos tragamos. De pequeñas todo era una maravillas, los juegos, las travesuras, todo era genial. Hasta que llegó la adolescencia para ellas y yo seguí siendo la niña pequeña.

—Hola a ti también Kath, ¿hacía cuánto? ¿Un año?

Ahora sí me observa y en sus labios se abre una cínica sonrisa, de esas que ella perfectamente sabe dibujar.

—No sé en realidad, hace mucho que no vengo a la mansión —añade sugerente.

—Vidas ocupadas....

Todos comienzan a cenar hablando entre ellos. Yo por mi parte no subo la mirada. No estoy preparada para verle a los ojos.

Por otro lado tampoco miro a Erling, mi molestia ha aumentado drásticamente porque sé que con el regreso de Dareen todo va a cambiar.

Él y yo simplemente no podemos estar en un mismo sitio, no sale nada bueno. Y toda la jodida culpa es de mi esposo.

—Hoy Faith decidió tomar el mando en la empresa —interviene mi padre acaparando el centro de todas las conversaciones y callando a todos a su vez.

Aprieto la mandíbula con rigidez.

—Ohh Faith, me alegra tanto cariño —dice la abuela a varios metros de mí y le fuerzo una sonrisa.

Sé de antaño que es mi deber, de una vez tomar el puesto que me corresponde. Pero no lo había hecho solo por la simple causa de joder a mi padre.

Nada le duele más a él que estar enfermo y ver que su patrimonio solo decae en vez de prosperar. El antes me dio donde me dolía, solo le devolví con la misma moneda, y no voy a negar que lo he disfrutado.

—La compañía prosperará, Faith es muy competente —destaca el abuelo y todos asienten junto a él.

Odio ser el centro de atención frente a todos. Soy la nieta de los abuelos más pequeña y según todos la más consentida. Razón de peso para que mis primas no me soporten.

Son mucho mayores que yo y casi siempre me dejaban a solas, por ser la pequeña era el blanco de sus travesuras, todas jugaban juntas entre ellas y muchas veces sin remedio tenía que conformarme con mis juguetes cuando Dareen no estaba.

Dareen.

Está frente a mí ahora.

Trago la comida que estaba masticando con dificultad.

Cobrando Cadenas, Cobrando AparienciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora