Dumplings

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Vasilisa's POV

—Es todo por hoy, siendo sincera me gusta lo que veo, hay potencial, pero también tienen que ir con Gorshkov y mostrarle lo mismo que a mí, y entonces tomaremos una decisión, pero tendremos el resto de esta semana para entrenar y el martes nos vamos a Odinstovo— Krylova escribía en su teléfono algo que no sé qué es.
—Gorshkov me dijo que le encantaría tener a Vasilisa en el equipo, pero eso ya será decisión suya— Maxim estaba guardando sus patines en su maleta negra de entrenamiento.
—Sí, creo que está bien— la verdad ni escuché lo que dijo.
—Nos vemos mañana a las 8:30, y por favor Vasilisa, no llegues tarde— negué con la cabeza.

Angelika se fue primero y nos quedamos guardando nuestras cosas en un silencio cómodo.
Me puse la sudadera térmica sobre el suéter y me colgué la mochila en la espalda y salimos del edificio hacia el estacionamiento.

—Nos vemos mañana— dije mientras conectaba los airpods al teléfono para empezar mi recorrido.
—Espera, ¿Y tu auto? O ¿Quién viene por ti?— su ceño se frunce en confusión.
—Oh no, aún no tengo auto y apenas estoy iniciando con los preparativos para el examen de manejo, y vivo sola, entonces voy y vengo por mi cuenta— expliqué metiendo mis manos en los bolsillos de la sudadera.
—Sube, te llevaré a casa— toma mis cosas y las sube al maletero de su VW.
—No hace falta, gracias, me sé el camino y nunca me ha pasado nada, solo es media hora de camino— intento retenerlo.
—¡¿Sólo media hora?!, súbete, no dejaré que te vayas sola y menos cuando está por anochecer, no quiero objeciones — me señaló con rostro serio.
—Pero— su mirada me hizo callar, ok, mejor no hacerlo enojar.

Esperé a que cerrara la cajuela y me guío al asiento de copiloto, abrió la puerta y me hizo un gesto de que subiera y eso hice. Rodeó el auto después y me animé a abrir su puerta desde dentro antes que él, era lo menos que podía hacer.

—Cinturón— encendió el motor mientras yo me abrochaba el cinturón de seguridad. —Dame tu dirección, por favor— me extendió su celular con el GPS.

Tecleo mi dirección y coloco el aparato en su gancho y él empieza a conducir tranquilamente.

—¿Tienes frío?— encendió la calefacción en un semáforo en rojo.
—Un poco, pero soportable—.
—En un rato se te quita. ¿Gustas poner algo de música?—.
—Oh no gracias, pon tu música, es tu auto, yo solo...me gusta disfrutar del paisaje— me sonrojo levemente mirando a la ventana.
—Ya veo, bueno creo que pondré algo que te puede gustar— una melodía de piano comenzó, pero no logro identificar ni el nombre ni el autor.

Leo con cuidado en la pantalla del estéreo:

"Rainmaker—Yanni"

La verdad era una muy buena canción, ¿Cómo no la escuché antes?

—Por tu expresión veo que no conocías a Yanni, ¿O sí?— suelta una ligera risa mientras maneja con una sola mano y la otra la recarga en el compartimiento de en medio de nuestros asientos.
—No, la verdad es que no, pero me agrada, tiene buen ritmo— me recargo un poco en el asiento, sintiendo el cansancio apoderarse poco a poco de mí.
—Duerme, te notas exhausta, te despertaré cuando lleguemos—.
—¿Qué? No, no quiero ser grosera contigo cuando me haces el favor de llevarme a casa—.
—Insisto, anda, no me ofenderé ni te juzgaré, anda— me da una cálida sonrisa.

Por más que lo intenté, caí dormida en el cómodo asiento de su auto sin notarlo.

Por más que lo intenté, caí dormida en el cómodo asiento de su auto sin notarlo

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Don't Blame Me...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora