Medidas desesperadas...

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Vasilisa's POV
25 de octubre.

—Siento esa…tensión aquí, debemos trabajar con ella...

¿Cómo fue que acabamos aquí?

—A ver, vamos a empezar con contacto visual, ese es uno de sus fuertes, entonces, no lo rompan, y vamos a empezar con caminar en círculos entre ustedes.

Hacemos lo que dice Sofya, nuestra maestra de actuación, porque sí, Angelika nos mandó a clases de actuación para que Max logre soltarse más en cuanto a expresión y lenguaje corporal.
Caminamos en círculos y sus ojos profundos azules no se apartan de los míos.

—Muy bien, ahora, Max, te paras aquí— le señala el centro de la sala.—Y Vasilisa, tú vas desde la pared, trotas hacia él y te dejas caer para que él te atrape, pero tienes que girar para que queden frente a frente, ¿se entiende?— nos mira a ambos.

Asentimos y voy a mi lugar en la pared, sus ojos conectan con los míos nuevamente y me da un asentimiento de cabeza para darme señal de que está listo.

Tomo aire y tomo impulso para trotar en su dirección, deteniendome frente a él y girando sobre mi pie mientras me dejo caer y sus brazos me rodean y nuestras narices se rozan.

Tal y como aquella vez que bailamos en la lluvia…

—Bien, bien, ahora, parense frente a frente y Max, pasas tu mano por aquí hasta su cadera— Sofya marca el paso por sobre mi piel, que va desde el hueco de mi cuello, pasa por el costado de mi pecho y baja hasta el hueso de la cadera.

Intento no reírme por los nervios, pero veo a Max sonrojarse igual mientras carraspea y asiente.

—¿Puedo?— susurra frente a mí con su mano suspendida sobre mí, sin llegar a tocarme aún.
—Claro— me sorprendió que mi voz no saliera quebrada de mi traquea.

Siento mi piel erizarse ante su suave toque por sobre la ropa e intento no suspirar

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Siento mi piel erizarse ante su suave toque por sobre la ropa e intento no suspirar.

Sus ojos me recorren junto con su mano haciendo que mi mente cree escenarios que no debería.

¡Hormonas!

Después de una hora con multiples ejercicios, toques, roces y contacto visual, Sofya nos da la salida.

—Chicos, les dejaré una pequeña tarea, sencilla, busquen una coreografía para repetir, sencilla pero sensual, y trabajenla en casa o en cualquier otro lugar fuera de la arena, necesito que trabajen en eso lo más que puedan.

Asentimos a la par y salimos de la sala de baile en camino a vestidores para regresar al hielo en 30 minutos, luego teníamos clase de baile con Amira en Odintsovo.

Iba a ser un día largo.

Y apenas eran las 10:30…

Y apenas eran las 10:30…

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Don't Blame Me...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora