Cumpleaños 18

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Vasilisa's POV
14 de octubre

—Feliz cumpleaños mi amor— mi madre tenía un pequeño cupcake con una velita del otro lado de la cámara a lo cual soplé y "magicamente" la vela se apagó de su lado.

Era algo que hacíamos cuando por cuestiones del destino no podíamos pasar mi cumpleaños juntas.

—¿Tienes planes para hoy querida?—.
—La verdad aún no, planeaba descansar hoy y mañana para ir al entrenamiento con todas las batería cargadas y...— unos golpes en mi puerta me interrumpen.
—Espera mamá, tengo que atender, te llamo después—.
—Está bien amor, tranquila y disfruta tu día, te amo—.
—Te amo también mamá— colgué y fui a la puerta.

Eran las chicas que administraban el grupo de telegram de Maxim y yo, creo.

—Buen día Vasilisa, venimos de parte del club de fans, ¿tendrás tiempo para entregarte unos regalos?— estas chicas eran un amor.
—Hola, claro pasen— entraron con varios paquetes y dos ramos grandes de peonias en manos.
—Primero, tus flores de cumpleaños— coloqué ambos ramos a pie de mi cama.

Y así fueron pasándome regalos uno por uno.

Dos ramos gigantes de peonias rosas hermosas.

Una corona de flores artificiales hecha a mano que guardaría con rigor.

Un kit de esmaltes para uñas que eran preciosos.

Un brazalete de pandora que quedó perfecto.

Un par de botas de invierno, que quedarían perfectas para saliendo de entrenar y calentar mis pies.

Y por último, un álbum gigante de fotos y mensajes y demás hecho por los fans de todo el mundo, desde Rusia hasta Argentina.

Un regalo hermoso y muy significativo.

—Sabemos que la situación ha sido difícil para ti, pero queremos que sepas que tus fans estamos contigo para apoyarte en todo, a ti y a Maxim por igual, pero también que sepas que no siempre tienes que ser fuerte, está bien ser débil de vez en cuando— terminé abrazándolas fuertemente.
—Gracias, por esto y por todo, no saben lo mucho que significa para mí—.

Las chicas se fueron después de unos minutos y volví a quedar sola en mi casa.

Me vestí normal, unos jeans y una blusa blanca y me maquillé lo más natural posible, no planeaba salir pronto.

Unos toquidos vuelven a sonar en mi puerta...

—Feliz cumpleaños—.

Maxim.

Con una rosa, un pastel pequeño con una velita y una cajita.

Sonreí enternecida.

—Oww gracias— entró pero solo hasta que la puerta logró cerrar. —¿Qué haces ahí parado?— me reí.
—Debes soplar la vela y pedir tu deseo para poder entrar…— se encoge de hombros.
—¿Y no puedo hacerlo dentro?
—Nop…— se balancea sobre sus pies haciendo que la mechita de la vela parpadee.

Suspiro y me acerco a él.

—Pide un deseo…— acerca la velita a mí ligeramente mientras yo cierro los ojos.

Deseo que mi vida se acomode a mi felicidad.

Soplo la velita y él sonríe.

—Ven acá— sus brazos me envuelven mientras nos hace girar una vez coloca el pastelito en la mesa más cercana. —Feliz cumpleaños, Vasya— susurra contra mi cuello dándome un escalofrío en la columna.
—Gracias— digo de igual forma mientras me regresa al suelo con delicadeza pero no me suelta.

Don't Blame Me...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora