Candle light

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Maxim's POV

-¿Quieres de queso o caramelo?- muestro ambas bolsas en mis manos a mi rubia que estaba a unos metros.
-Queso, ¿Durazno o mango?- me imita pero con gomitas en lugar de palomitas.
-Mango- echamos ambas selecciones al carrito y seguimos caminando por los pasillos.

Este fin de semana por piedad de Gorshkov y Krylova teníamos el fin de semana libre, y decidimos hacer fin de películas y botanas en su apartamento.

Mi rubia quería ver Los Juegos del Hambre y yo como buen hombre con debilidades, no le puedo decir que no.

Pago todo lo que llevamos pese a sus insistencias de pagar la mitad, lo cual nunca sucederá, y salimos del supermercado hacia mi auto.

-¿Llevas todo?- habíamos pasado a mi casa antes de salir de Odintsovo.
-Sí amor, pijama, cepillo de dientes, ropa extra, va todo, tranquila- beso su frente y la llevo a subirse a su lugar.

Mi passenger princess.

Como ya era costumbre, Vasya pone música y vamos en karaoke todo el camino, en el primer semáforo me armo de valor y pongo mi mano en su muslo, no lo había hecho antes porque me parecía muy pronto y siempre conducía con ambas manos.
La siento tensarse levemente pero toma mi mano y entrelaza nuestros dedos, afianzando mi agarre en su pierna.

Contengo la sonrisa orgullosa y continúo con la vista en el camino.
Llegamos a su departamento y bajamos todo del asiento trasero entre ambos, la pequeña Izumi nos recibe con un maullido.

Ya lo había decidido, adoptaría una gatita.

Aún no tenía el nombre pero ya sabía cuál quería, era trigueña con unos grandes ojos avellana, muy tierna que incluso mi rubia la quería.

-Ve a cambiarte en lo que preparo todo aquí- iba a replicar pero se arrepintió y solo asintió para besarme la mejilla e irse a su habitación cerrando la puerta tras de sí.

Vasya regresa al cabo de unos minutos con su pijama y bata puestas.

Dios bendito ten piedad de este pecador...

Evito mirarla de más y me concentro en picar el queso en cubos con el cuchillo.
Mi novia traía su pijama de siempre, pero no me había tocado verla en vivo y en directo con ella, un camisón de tirantes negro de satín unos centímetros arriba de la rodilla y la bata a juego que le llegaba a las pantorrillas, cabello suelto y rostro sin maquillaje.

No podía verse más hermosa.

•••

-Acá traigo el queso y chocolate, tú trae las palomitas, es todo lo que falta- alzo la voz desde la sala una vez me pregunta qué falta de traer.

La película ya estaba puesta en la TV y yo ya me había puesto la pijama también, un pantalón negro de chandál y camiseta de manga corta negra.
Mi rubia llega a mi lado, acomodando las demás cosas en la mesita de centro mientras yo acomodo los cojines y almohadas en el pequeño "colchón" de mantas que habíamos hecho en la alfombra frente al sofá.

Según ella era más divertido así, pero más cómodo no creo que tanto...

-Solo deja apago las lu...

Don't Blame Me...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora