Odintsovo

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Lunes 11 de septiembre.
Vasilisa's POV

Entre entrenamientos e idas y venidas de casa a la arena y de la arena a casa, llegó el lunes.

Mañana nos vamos a Odinstovo para que Gorshkov vea lo que tenemos.

Mentiría si dijera que no estoy que los nervios me comen viva.

-Oye, ¿estás bien?- su voz me saca de mis pensamientos.
-¿Huh? Ah, sí, solo algo, nerviosa por mañana- admito sonrojandome.
-Nos irá bien, tranquila, Gorshkov puede parecer estricto, pero créeme, ha querido tenerte en el equipo desde la temporada pasada que presentaron su baile rítmico-.

¿Qué?

Su confesión me hace trastabillar y caer al hielo, al estar a varios metros de él, la caída fue inevitable.

-Ven acá - me levanta y me deja sobre mis cuchillas.
-Lo siento, dijiste que Gorshkov...- mi cerebro decidió desconectarse en un 40%.
-Sí, Gorshkov y el resto del equipo de entrenadores, yo incluido, no te quitaban la vista de encima durante el calentamiento ni durante su participación. Gorshkov quedó maravillado contigo y créeme, llegó a pelearse con otros equipos que también te querían, todo después de la ruptura- ríe levemente.

Eso no me lo esperaba.

Sabía que era buena en mi elemento, pero no a tal grado que un entrenador peleara por reclutarme en su equipo.

-Creo que...necesito un respiro, disculpa- salgo de la pista.
-¿Quieres compañía o necesitas tiempo a solas?- me sigue.
-Necesito unos minutos a solas, puedes venir después si quieres- le doy un atisbo de sonrisa y con las guardas puestas salgo de la estancia.

-Necesito unos minutos a solas, puedes venir después si quieres- le doy un atisbo de sonrisa y con las guardas puestas salgo de la estancia

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Suspiro y me deslizo por la pared cual escena de película hasta abrazar mis rodillas.

Miro a mi alrededor.

Un almacén de limpieza poco concurrido, bastante amplio y que se había convertido en mi refugio desde que mi relación con Él empezó a desmoronarse meses atrás.

Venía aquí después de cada discusión y pelea para descargar mi ira y frustración llorando en la soledad y oscuridad de este cuarto.

Y ahora hacía lo mismo.

Pero no de enojo, no de frustración por una pelea.

Ahora lo hacía por no sentirme suficientemente buena para Maxim.

Viene de una de las academias con mejor historial en técnica del país, en las cuatro categorías que hay.

Y tal vez yo no soy lo suficientemente buena para estar a su nivel.

Quizás Valeriy tenía razón y no entreno como debería y bajé mi talento a un nivel poco requerido.

Mi celular ilumina la estancia con un mensaje.

Don't Blame Me...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora