Odintsovo (No. 2)

671 52 13
                                    

Vasilisa's POV

Ring...

Ring...

Ring...

¿Que nadie puede dormir sus horas en paz estos tiempos?

Ugh.

-¿Qué?- respondí el teléfono.
-Uy, lo siento, ¿te desperté?- Max sonaba...extraño.

O solo era mi cerebro apenas despertando.

-Max, lo siento, sí la verdad sí, ¿Qué pasa?- me senté en la cama tallando mis ojos levemente.
-Solo quería saber si querías que pasara por ti o si Krylova pasaba por ti, hablé con ella hace unos minutos y dijo que era probable que fuera a llegar 30 minutos después por un percance familiar, pero que nosotros siguieramos con el plan inicial, Gorshkov ya está enterado de todo esto- dejó la frase al aire esperando mi respuesta.
-Sí, si pasaras por mí sería grandioso, gracias-.

Lo oí dudar a través de la bocina.

-¿Qué pasa?- reí.
-¿Qué te apetece de desayunar?-.
-Ehh, no lo sé, tal vez un par de huevos hervidos o un sándwich de atún, ¿por qué?- pongo el altavoz para empezar a alzar la cama.
-Por algo, tú ve alistandote, te aviso cuando llegue a Moscú- se despidió y colgó.

Y así fue como terminé con Maxim sentado en mi cocina, con un par de huevos hervidos y un sándwich de atún en nuestros platos del desayuno a las 8:45 a.m. mientras él vigilaba que me comiera todo lo que había en mi plato.

Está bien que quieras cuidar tu figura, pero con 2 kilos que subas de peso no afectará en nada, al contrario, te sentarán mejor.

Fueron sus palabras cuando traté de negarme a comer ambas cosas.

Sería difícil recuperar mi ritmo en este aspecto.

Pero no imposible.

Así que entre charlas y risas, terminamos de desayunar y yo de alistar lo que llevaría al entrenamiento y a las 9:20 ya estábamos camino a Odinstovo.

-Si vamos a viajar juntos en auto, al menos quiero escuchar tus habilidades en el canto- insiste cuando Devil Doesn't Bargain empezó a sonar desde mi teléfono.
-Me da pena- reí cubriendo mi rostro.
-Oh vamos, ya te he visto reír y llorar, me hace falta oirte cantar para tachar todo en mi lista- me guiña regresando su vista a la carretera.
-Mi inglés no es muy bueno...-.
-¿Y? El mío es prácticamente inexistente, el tuyo por el contrario, sé que te defiendes un poco más-.

Este hombre va a ser mi perdición si sigue así...

Al final, terminamos teniendo karaoke el resto del trayecto a Odinstovo, y los nervios se habían esfumado.

-¿Mejor, o aún nerviosa?- pregunta mientras baja nuestras maletas del auto.
-¿Cómo lo...- quedé atónita.
-No preguntes, ni yo lo sé, pero eres como un libro abierto que ya leí cientos de veces y lo sé de memoria al derecho y al revés- se encoge de hombros. -Ahora, vamos, hay que enseñarle a Gorshkov de qué estás hecha- toma nuestras maletas y nos guía al interior de la arena.

 -Ahora, vamos, hay que enseñarle a Gorshkov de qué estás hecha- toma nuestras maletas y nos guía al interior de la arena

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Don't Blame Me...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora