¿Qué pasa cuando una mano ajena te ayuda a salir del pozo en el que alguien más te empujó?
Fanfic inspirado en la pareja de baile sobre hielo de Vasilisa K. y Maxim N.
Nada de lo escrito aquí tiene que ver con la realidad, a menos que existan prueba...
-Lo siento...yo...me dejé llevar- sus palabras me conectan a tierra al chocar su aliento en mis labios.
Ahí me doy cuenta de la situación.
Las cosas se habían puesto algo...intensas, por lo visto, no supe en qué momento me levantó y terminé sentada en el tocador y con el parado entre mis piernas.
No te arrepientas ahora.
-Está bien, creo que era algo que ambos queríamos desde hace tiempo- tomó valor y acaricio su rostro con las yemas de mis dedos. -Yo...- lo veo dudar.
Acordamos hablar de lo que sea esto después del evento, ya con más calma y la cabeza fría, no quiero que se sienta presionado a decirme nada.
Me da un beso en la frente y se aparta ayudándome a bajar y arreglo mi vestido.
-Creo que, podríamos escuchar algo de música o ir a ver los otros números si quieres...- comento dudosa, ahora no sabía cómo manejar la situación porque aún no sabía si se iba a retractar o no sobre lo que acababa de pasar. -Sí, creo que podríamos descansar un poco...- se sienta de nuevo en el sofá del camerino y yo me quedo parada frente al tocador para volver a ponerme labial.
Palmea el asiento vacío a su lado a modo de invitación y camino nerviosa hacia él hasta sentarme a su lado.
-Ven acá- me abraza haciendo que me recargue en su pecho, el latir de su corazón calmando mis nervios poco a poco.
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-Adelante, señorita- me deja entrar primero una vez la puerta de nuestro cuarto de abre.
Veníamos muertos casi del evento.
Mucha...adrenalina, por decirlo así.
Max se deja caer en su cama con un suspiro cansado mientras yo me quito la chaqueta y zapatos.
El silencio era cómodo pero a la vez había tensión en el aire, pero este tipo de tensión no era la que usualmente teníamos, era extraño, pero tampoco voy a presionarlo a hablar del tema.
Camino hacia el lavabo para deshacer el peinado que tenía y desmaquillarme, el cambio que le había hecho al cabello no salió como esperaba y anduve casi todo el programa con el cabello en la cara, no me molestó para ver por donde iba pero aún así no fue buena idea. Masajeo mi cuero cabelludo con los dedos para aliviar un poco el dolor de lo apretado del peinado, luego tomo un algodón con removedor de maquillaje para quitar todo lo que traigo en el rostro, base, polvos, sombras, máscara de pestañas, labial, todo.
