Capítulo 16

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Sang-Tae no estaba pensando en el beso mientras miraba cómo Ana se metía en el agua como una hermosa sirena de pelo cobrizo. No. Estaba pensando en cómo el agua le llegaba a la cintura y golpeaba sus curvas con cada vaivén, en cómo su cabello suelto y húmedo se pegaba a su espalda y cara...

Y en cómo deseaba estar ahí con ella sin sufrir una parálisis en todo el cuerpo.

-¿Aaaaah?

El gritito de Izzy lo sacó de su estado de ensoñación unos segundos, su cabeza estaba protegida por un gorrito para bebés, y rodeada por la protección de la tela del fular atado al torso de su papá... quien también lo miraba con la misma curiosidad mientras se sentaba a su lado.

-No te gusta el mar ¿Eh? no te ofendas, pero te ves demasiado pálido, peor que cuando hablaste de las arañas durante la cena.

-Uuhmm.-asintió Izzy.

Soltó una risita, totalmente resignado a esa verdad.

-Supongo que podemos sumar la talasofobia a mi lista de miedos irracionales.-admitió y volvió su atención a Ana, que charlaba con Alex mientras el agua seguía a la altura de su cintura.

No fue el miedo al mar lo que lo dejó paralizado, ver que Ana no salió a la superficie superó esa fobia en particular, por unos tenebrosos segundos pensó que ella se había perdido en el fondo de ese tranquilo mar... y que nunca sería capaz de rescatarla.

Por esos tenebrosos segundos, pensó que la había perdido, y ese miedo superó todas las fobias que podía desarrollar a partir de ese momento.

-De hecho, es una fobia de las más comunes.-comentó Steve con todo conciliador, Izzy comenzó a balbucear, así que le dio golpecitos tiernos en la espalda-no puedo decir que entiendo del todo tu miedo... pero lo comprendo, prefiero quedarme con la bebé aquí, en tierra firme.-esbozó una sonrisa de lado, tímida y temerosa-no importa si está segura en mis brazos, prefiero no exponerla al mar hasta que tenga cinco años, por lo menos.

Las cejas oscuras de la bebé se fruncieron, ofendidas, y echó la cabeza para atrás para soltar balbuceos de reclamo.




-¿Puedo hacerte una pregunta un poco personal, Ana?

La pregunta de Alex la tomó desprevenida, hasta el momento habían mantenido una charla sin sentido, prefería eso antes que hablar sobre el beso inesperado que acababa de recibir...

O en el hecho de que sentía los ojos oscuros del jefe Cho sobre ella, casi al punto que le quemaba la piel y el sentido común.

-Uhm, sí, por supuesto.

-¿Me veo sexy?

Perdió el equilibrio unos segundos, logró mantener la estabilidad con un ligero balanceo, sintió otra vez la atención de esos ojos oscuros sobre ella... y se atrevió a girar la cabeza para hacer contacto visual con el jefe Cho, sí, efectivamente la miraba desde la distancia, ella levantó una mano con cierta timidez, sólo para recordarle que estaba bien, la tensión pareció abandonarlo por unos segundos, y por fin pudo volver a la conversación con Alex.

-Claro que sí. Eres una mujer sexy y bonita-contestó sin dudarlo-¿Por qué me preguntas eso?

No pensó que Alex fuera capaz de esquivar su mirada, apenada, parecía tan risueña y segura de sí misma... ver ese lado vulnerable fue novedoso, también enternecedor.

-Porque es la primera vez desde que tuve a Izzy que uso un bikini, y mi esposo no me miró ni una sola vez. No como tu esposo...-suspiró, soñadora-no despegó la mirada de ti desde que entramos al mar...

Una luna de miel con mi jefe┃Latinas en Asia┃EN EMISIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora