Cachorros (SuguSato omegaverse)

Día 1 - Prueba de embarazo

Advertencia: este contenido es un SuguSato omegaverse, o sea, Satoru Omega y Suguru Alfa y sí, los niños van a llamar mamá a Satoru porque me da ternura la idea, así que si no te gusta este tipo de contenido o temática, te sugiero seguir buscando algo que sea de tu agrado, además de que en mi perfil encuentras más fics SatoSugu/SuguSato con diferente temática por si gustan ir a ver.

—No quiero que vayas —se quejó Satoru mientras abrazaba la cintura de Suguru, su esposo— los niños tampoco quieren que vayas.

—Esos niños ya ni siquiera duermen en esta casa, están viajando, o trabajando y el más pequeño ya tiene quince años y duerme en la escuela —se burló Suguru mientras deshacía el abrazo.

Satoru se dejó caer dramáticamente en la cama, tapando sus ojos mientras fingía sollozar.

Suguru se rió mientras sacaba su uniforme y se arreglaba el cabello en un rodete antes de salir de la habitación, Satoru alzó la cabeza con sorpresa y la boca abierta con indignación.

—¡¿Te vas a ir así?! ¡¿Mientras yo me quedo llorando?!

—¡Sí!

Satoru se levantó de la cama con rapidez, corriendo hacia el borde de las escaleras, recargándose mientras soltaba un fuerte y fingido sollozo.

—¡Te entregué mi vida, Suguru Geto! —le acusa mientras lo apuntaba en el momento que, entré risas, Suguru salía de la casa.

Cuando Suguru salió, Satoru soltó una carcajada mientras volvía a la cama, aunque debía ir a dar clases en media hora.

No podían culparlo, casi no dormía, tenía derecho a tener un descanso apropiado de vez en cuando, además, se sentía más cansado que de costumbre, así que ni siquiera su trabajo lo lograría despegar de esa cama.

Aunque sin Suguru aquí no fue un descanso totalmente grato, aún así se quedó dormido cuarenta minutos más.

(...)

Llevaba tiempo tratando de convencer a Suguru para trabajar en la escuela, pero nunca lo había logrado, lo entendía, después de lo de Amanai, ambos perdieron el camino por mucho tiempo, sucumbidos ante la culpa de alguien tan joven en sus mentes.

Incluso si ellos no eran demasiado mayores para ese entonces.

Habían encontrado la forma de seguir adelante, cambiando sus ideales tantas veces que algunos días ni siquiera recordaban porque peleaban, el porque seguían aquí, el porque no pudieron morir ellos en lugar de Riko, como tuvo que haber sido.

Suguru trato de mantenerse lo más alejado de la escuela, pero seguía haciendo misiones para los altos mandos, solo para mantener seguros a los niños que habían acogido hace diez años, de vez en cuando volvía a perderse en sus fantasmas, atacando a los que él llamaba "monos".

Satoru no se sentía merecedor de culparlo, no podía, si hubiera sido más fuerte en ese entonces, Riko seguiría viva y su esposo no se hubiera llenado de sangre las manos tantas veces.

Los altos mandos estaban enojados con ambos, con Suguru por matar gente y con Satoru por defenderlo cada vez que lo hacía, sin embargo, no podían hacer nada en contra de ellos, ni siquiera cuando Geto elimino a toda una aldea y meses después a toda la secta del Manto Estelar.

Seguían existiendo días donde ambos consideraban la opción de desaparecer de la faz de la tierra, pero no podía, trataban de forjar un camino para la nueva generación, uno más seguro del que ellos tuvieron, no se podían rendir.

La vida tenía altos y bajos, pero juntos se sentían invencibles. Juntos eran invencibles.

(...)