Día 22 - Verduras

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Satoru se quejó, dando vueltas en la cama hasta que se quitó violentamente las sábanas de encima, hacía calor. Demasiado calor.

—Satoru? ¿Sucede algo? —preguntó Suguru mientras terminaba de ponerse una chaqueta.

—¿Por qué te cubres tanto? Hace calor...

Suguru giró su cabeza hacia un lado mientras se acercaba y lo miraba fijamente, tomando su temperatura con una mano.

—Ya es invierno, Satoru, hace frío afuera.

Satoru frunció el ceño, pero rápidamente sonrió, quitando la mano de Suguru para que no se preocupará, levantándose de la cama.

—Ah, cierto. Lo olvide.

Suguru lo iba a detener, pero Cameron y Connor llegaron corriendo a el cuarto, Asher siguiendolos de cerca, rodeando a Suguru mientras Satoru entraba al baño.

—¡Papi! ¡No encontramos a PomPom!

Suguru dirigió rápidamente su atención a ellos, saliendo del cuarto para buscar a la gatita, hacía unos meses que había crecido, aparentemente con eso, los gatos se esconden demasiado cuando crecían.

(...)

Suguru preparó el desayuno, lavó los platos, sus hijos se cambiaron de ropa e incluso encontraron el nuevo escondite de PomPom, pero Satoru seguía sin salir de la habitación.

—¿Mami se enfermó? —preguntó Asher mientras trataba de jugar con PomPom.

—Está un poquito resfriado, pero no hay nada de qué preocuparse.

(...)

Satoru había caído dormido nuevamente, llevaba horas dormido, lo cual era algo extraño teniendo en cuenta lo poco que dormía.

Suguru no quería dejarlo, pero enserio que no sabía como la comida se acababa tan rápido en esa casa, por lo cuál, a pesar de que no le gustaba dejarlo en ese estado y no le gustaba tener que hacer las compras, por lo mucho que se interactuaba con monos, tuvo que ir a hacerlo.

Lo que no esperaba era que los niños se fueran a despedir de Satoru y lo siguieron fuera de la casa.

—¿No van a quedarse para cuidar a su mamá?

—¡Mami dijo que fuéramos contigo! —le dijeron con una sonrisa mientras lo seguían de cerca, Cameron cargando a Asher en la cangurera que Satoru solía usar, de igual forma, Connor luchaba contra el cierre de su chaqueta.

Suguru se agachó y le acomodó la ropa a Connor, tomando a Asher en brazos y revolviendo el cabello de los tres.

—¿Quería estar sólo?

—Creo que sí, papi, dijo que tenía mucho sueño.

—Bueno, pasaremos por chocolates para él también, le gustan mucho cuando se enferma.

Pero le parecía raro que aun enfermo no estuviera usando su técnica inversa para estar un rato con los niños.

Llegaron al supermercado veinte minutos después, sus hijos lo seguían mientras miraban todas las cosas y buscaban cosas que pudieran interesarles.

Suguru frunció el ceño, al fin comenzando a hacer cuentas, pensando en la fecha en la que estaban, la cual, si no se equivocaba y claro que no lo hacía era la correcta.

—Mierda...

—¿Qué es mierda? —preguntó Connor mientras los tres lo miraban con la cabeza inclinada.

—Algo que sólo los adultos decimos —le indicó, acelerando el paso para regresar más rápido a la casa.

Los niños lo siguieron, Cameron tomando las cosas que necesitaba para hacer el pastel que planeaba preparar para su mamá, Asher arrastrando las bolsas de chocolates que le llamaban la atención y Connor simplemente desapareciendo.

Cachorros (SuguSato omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora