Día 7 - Rabieta

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Cameron se quedó callado mientras bostezaba y luego negó con suavidad con la cabeza.

—No, mami, no quiero un hermano.

Satoru se quedó quieto callado mientras seguía acariciando su cabello.

—¿No?

Cameron volvió a negar con la cabeza mientras se quedaba dormido por completo.

Satoru miró a su hijo dormir mientras se recostaba un poco en la cama y tocaba su vientre.

Suspiró mientras se levantaba y terminaba de arropar a Cameron, caminando hacia su propio cuarto.

Se subió a la cama y se burló de Suguru, quien se estaba secando el pelo.

—¿Ya no eres una galleta?

Suguru lo miró con una sonrisa mientras negaba con la cabeza, ya no parecía enojado.

—¿Le gritaste?

—Mañana me voy a disculpar —le aseguró— pero de todos modos va a estar castigado.

Satoru sonrió mientras se levantaba y abrazaba a Suguru por la espalda, recargando su cabeza en su hombro.

Suguru sonrió mientras giraba la cabeza y comenzaba a besarlo.

—Te extrañé —le susurró entre besos.

—Estoy embarazado —susurró de la misma manera.

Suguru detuvo los besos mientras lo miraba.

—¿Qué?

—¿Gracias por mi regalo?

Suguru se quedó callado, había notado que Satoru había comenzado a tener antojos algo extraños desde hace unas cuantas semanas, además de que sus feromonas comenzaban a tener un toque mucho más dulce.

—¿Fue desde tu cumpleaños?

—Cumpleaños, navidad, uno de esos dos, tengo cuatro meses.

Suguru respiró hondo mientras se dejaba caer en los brazos de Satoru.

—¿Lo quieres tener?

—Se que dijimos que si teníamos otro bebé sería hasta que Cameron tuviera mínimo seis años, pero... sí, me gustaría tenerlo.

Suguru sonrió mientras se daba la vuelta y tanteaba el vientre de Satoru.

—¿Y está vez qué será? ¿Niña?

—No, también será niño —Suguru levantó la cabeza con una sonrisa divertida.

—¿Y se va a parecer a ti?

—Sigue burlándose y te pido el divorcio.

Suguru se carcajeó mientras era apartado del abrazo, tratando de lanzarse nuevamente hacia él.

—Satoru, ¡desactiva tu técnica! —le pidió mientras aún trataba de abrazarlo.

(...)

—Dile tu —dijo Satoru mientras aventaba un poco a Suguru hacia la sala, donde Cameron hacía su tarea.

—¡Papi! —dijo Cameron con felicidad y mostrándole el dibujo que hacía— mira, eres tú, mami y yo.

—Te está quedando hermoso, Cameron —le aseguró con una sonrisa mientras se arrodillaba a su lado.

Cameron sonrió, ante la noticia, Suguru había olvidado castigarlo, pero ahora tenía que pensar en cómo decirle ahora que Satoru le había dicho que Cameron no quería hermanos.

Cachorros (SuguSato omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora