Criar a un niño era mucho más difícil de lo que nunca habían pensado.
Su experiencia se reducía a niños mayores de seis años, que ya sabían bañarse solos, cambiarse, peinarse y comer cualquier cosa que le pusieran enfrente.
Así que lograr que Cameron quedará verdaderamente limpió luego de un baño, o que no terminará cayendo de las escaleras cuando empezó a caminar, o que no se asfixiará cuando comenzó a comer sólidos, era un reto nuevo para ellos.
Pero lo lograban a pequeños pasos, aunque muchas veces debieron recurrir al internet y muchas veces a preguntas vagas que le hacían a los padres de Satoru, pero amaban a su hijo.
Realmente lo hacían, incluso después de las veces que pusieron mal el pañal de Cameron y su ropa terminó siendo un desastre, incluso cuando arruinó sus uniformes porque encontró las tijeras y decidió que era hora de que tuvieran un cambió de look, incluso cuando el llanto era tan fuerte solo porque alguno de los dos le dio agua en el vaso morado cuando él quería el azul.
Habían logrado adaptarse a su rutina, Satoru era el que usualmente se levantaba en la noche para calmar su llanto, ya que él no necesitaba dormir tanto como Suguru, Suguru preparaba el desayuno y uno ignoraba su trabajo para quedarse a cuidar a Cameron.
Pero Cameron estaba por cumplir tres años, y su tiempo sólo se dividía entre Satoru, Suguru y cuando podían, sus hermanos, cuando salían el pequeño no sabía cómo interactuar con las demás personas, desconfiaba de los adultos, solo aferrándose a las piernas de sus papás y no sabía cómo acercarse a los demás niños.
Suguru trató de negarlo unas cuantas semanas, no le agradaba la idea de que su hijo se quedará al cuidado de monos cuando el o Satoru podían hacerlo, pero ya era demasiado claro como para negarlo, Cameron no tenía ni idea de como convivir con la gente de su entorno, y aunque Suguru los odiaba, no quería que su hijo creciera sin amigos.
—Está queda cerca de la casa —le dijo Satoru mientras le pasaba su celular a Suguru mientras fingía que seguía contando para que Cameron se escondiera en otro lugar.
—¿Y cómo sabes que es una buena guardería?
—Podemos ir a verla, Suguru, no te alteres, no dejaría a Cameron con cualquiera.
Satoru salió corriendo hacia el jardín, para buscar a su hijo mientras dejaba que Suguru mirará las instalaciones.
De las instalaciones no se podía quejar, se miraban aptas para su hijo, pero aún no estaba seguro de si dejarlo con extraños cuando Satoru o él no estuvieran cerca.
—¡Papá! —la pequeña vocecita de Cameron se hizo presente, haciéndolo girar la cabeza mientras su hijo corría para que Satoru no lo atrapará.
—¡Ni creas que te vas a lograr esconder de mi solo porque vas con tu papá!
Satoru se lanzó al sillón, pasando sus brazos por la cintura de Suguru y atrapando a Cameron, quien se escondía detrás de su esposo.
—¡No, mami! —dijo Cameron entre risas mientras se aferraba a la ropa de Suguru para que Satoru no lo atrapará.
—¡Pero si ya te encontré, ahora solo estás huyendo! Suguru, ¡Quítate!
(...)
Cameron se aferraba al cabello de Suguru mientras caminaban por la calle, felizmente sentado en los hombros de su papá mientras Satoru los guiaba hacia la guardería, solo para conocer las instalaciones.
—Ah, Suguru, ya llegamos —le dijo mientras se detenía, el lugar era bastante colorido, se escuchaban los niños jugar por el lugar pero nadie podría lograrlos ver, punto para la guardería.
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Cachorros (SuguSato omegaverse)
Fanfiction30 días donde podrán ver, reír, llorar y acompañar a Satoru y Suguru en su aventura como padres de sus tres cachorros. Dinámica "cachorros" en la página de Facebook "La lunita china". Los personajes (a excepción de los tres hijos de ambos) no son de...