Día 11 - Dientes de leche

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—Mami.

Los tres se quedaron quietos un momento antes de girar su cabeza hacia Connor.

Satoru se levantó de inmediato, tomando a su hijo en sus brazos antes de señalar a Suguru.

—¡Me llamó a mi primero! —dijo con una gran sonrisa mientras hacía bailar a Connor enfrente de la cara de Suguru, balanceándo al bebé hacia los lados con suavidad— ¡A mí y no a ti!

—¿Y a quién se parece? —le regresó Suguru.

Satoru se quedó callado, mirándolo unos segundos antes de sacarle la lengua.

—Envidioso, verdaderamente envidioso, no puedo creer que seas así.

Suguru rodó los ojos mientras Satoru caminaba hacia la sala, pidiéndole a Connor que dijera nuevamente "mamá" para poder grabarlo esta vez.

Había sido difícil al principio, a Cameron no le gustaba lo mucho que lloraba Connor, le estresa y le daban ganas de llorar también, pero con el tiempo comenzó a acostumbrarse, que no fue muy necesario ahora, porque se terminó de acostumbrar cuando Connor dejó de llorar todo el tiempo.

Cameron, aunque no solía mostrarlo mucho, amaba demasiado a su hermanito, tratando de hacerse más responsable porque, en sus palabras, ahora era el ejemplo por ser el mayor.

Aunque, bueno, seguía teniendo la genética de Satoru en él, sus momentos de hiperactividad seguían, su personalidad extrovertida no iba a desaparecer y claro que no por eso era un mal hijo o un mal hermano.

Era un niño feliz siendo eso, sólo un niño feliz.

Y cuando Connor cumplió dos años, aprendió a caminar sin resbalar y Cameron era el más emocionado con ello.

Después de todo, ahora podía tener a un compañero de juegos con él.

(...)

—Vamos, amigo, necesitamos entrar —Cameron trató de convencer a su hermano, pero Connor sólo seguía riendo, tirando un balón por todo el jardín mientras se carcajeaba— ¡Connito, no, te vas a enfermar si te quedas aquí cuando comience a llover!

Pero Connor sólo seguía corriendo felizmente detrás del balón.

Sólo cuando comenzó a llover, Connor decidió entrar por su propio pie a la casa, resbalando y arrojando la puerta por error al entrar.

Cameron tomó el balón y corrió para entrar nuevamente a su casa.

—¡Connor! ¿Qué hacías afuera? Ya está lloviendo —dijo Suguru mientras ponía el seguro de la puerta— no puedes estar afuera.

Connor alzó su manita y señaló hacia el jardín, pero Suguru solo negó con la cabeza.

—No puedes, te vas a enfermar.

—¡Hermanito! ¡Hermanito!

—No, Connor, Cameron está con Satoru, él no está en el jardín.

(...)

Cameron trataba de abrir la puerta, pero no podía, estaba seguro de que Connor no le había puesto la llave, era demasiado bajo para lograrlo, así que solo tenía que estar atascada.

Dio unos pasos hacia atrás, seguro de que si le ponía la fuerza suficiente, la puerta abriría.

Soltó el balón y dio unos pasos atrás, la lluvia cayendo con fuerza contra él, respiró hondo, comenzando a correr hacia la puerta, pero el barro ya se había formado en el jardín, haciéndolo resbalar, ocasionando que su cara diera contra el piso.

Cachorros (SuguSato omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora