El sonido de tus melodías pérdidas | Min Yoongi

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🎹🐈‍⬛ YOONGI 🐈‍⬛🎹
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Suspiro con pesadez al momento en que la cerradura de mi departamento suena con esta cancioncita fastidiosa, dándome la bienvenida a casa. Deberían demandar a la persona que hizo esas alarmas sin sentido a las cerraduras eléctricas.

Debería existir la opción de silenciarlas, eso sí que sería mucho más útil que hacerle saber a mis vecinos que ya he llegado a casa.

—-¡Bomi! —-grito apenas entro al recibidor, de inmediato escucho sus pasitos resonando con gracia sobre los azulejos del piso cerámico blanco de mi departamento.

Mientras me quito los zapatos, sonrío un poco cuando mi gato con hermoso pelaje blanco como las nevadas en invierno y encantadores ojos azules como el océano que nos rodea, me recibe con un encantador maullido apenas me ve en el recibidor.

Como si me dijera "Bienvenido a casa, humano"

Cuando me pongo mis pantuflas azul marino para entrar al departamento saco del bolsillo de mi saco unos premios para gatos, de inmediato el ánimo de Bomi incrementa e ilumina sus felinas facciones cuando observa la bolsa de premios.

Alguna vez leí que este tipo de prácticas sirven para que los gatos te vean como su igual, un gato igual de capas de salir al exterior y tener una cacería exitosa, esto sirve para que tu gato te respete.

—-¿Quieres uno? —-pregunto de manera socarrona. Por supuesto que quiere uno, Bomi me adora.

Inhalo profundo al percibir el rico olor a vainilla y flores de cerezo que invaden el ambiente a través de los difusores esparcidos por todo el departamento. Con el tiempo descubrí que estos olores tan dulces y exquisitos, por alguna razón me relajaban y me mantienen tranquilo.

Mi terapeuta dijo que, aunque lo he olvidado, probablemente mi inconsciente lo recuerde como un momento agradable de mi antigua vida.

Una vez Bomi termina su bocadillo nocturno, lo tomo en brazos. De inmediato su cuerpo me trasmite una calidez reconfortante que se extiende desde la punta de mis dedos, subiendo por mis brazos hasta mi corazón.

La suavidad de su pelaje nevado acaricia mi piel, trayendo consigo una sensación de tranquilidad y calma. Rápidamente, lo acomodo en mi brazo izquierdo, como si fuera un bebé. No me interesa que mi hombro arda en dolor al cargarle el peso extra, simplemente me encanta esta sensación de cercanía con Bomi.

Realmente, amo a mi gato.

Camino medio arrastrando los pies por todo el salón de mi departamento hasta la cocina, cuando entro me voy directo a la nevera y tomo el marcador negro que suelo utilizar sobre la nevera como si fuera un pizarrón.

Releo la lista que hice en la mañana antes de salir a trabajar.

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Cosas por hacer:

□ Desayunar con Bomi

□ Aseo personal de ambos.

□ Jugar con Bomi

□ Ir al trabajo

□ Componer un par de horas en el estudio de la universidad.

□ Regresar a casa

□ Cenar con Bomi

□ Tomar la medicación