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🌸 Sooyeon 🌸
|Hace Seis Años|


Odiaba Japón.

Odiaba la idea de dejar todo y a todos atrás… De dejarlo a él.
 
Nunca tuvimos una alternativa. El padre de Namjoon ayudó al mío hasta donde pudo, pero al fin de cuentas no dejábamos de ser criminales; mi padre no dejaba de ser un traficante y yo no dejaba de ser su heredera. 

De repente habíamos sobrevivido a algo imposible de sobrevivie, y todo me fue arrebatado. 

La abuela Haenyeo murió al mismo tiempo que mi Yoongi perdio sus recuerdos y me borro de su mente. Es como si yo nunca hubiera existido y agradezco que sea así, porque yo no hubiera tenido el coraje para avandonarlo si él no me hubiera olvidado. 

Quiero de vuelta al señor Ryu, al hombre poderoso que me rescato de los cobradores, con su gran imperio a sus pies.

Un imperio que cayó tan rápido como los rayos en una tormenta y que nos forzó a huir al extranjero para sobrevivir. La mayoría de nuestros subordinados desertaron por la terrible posibilidad de ser arrestados y derrocados. Todo se nos desmoronó y no había nada que pudiéramos hacer al respecto.

Quiero recuperar a mi hermano y que él deje de verme con miedo por que yo pueda cometer una la locura.

Quiero mi vida de vuelta...

Cada paso que doy en este lugar desconocido me cala en los huesos y la oscuridad, tras la reciente puesta de sol, solo aumenta mi desesperación. 

El viento frío choca contra mi rostro mientras corro por las calles de este barrio extraño al que nos mudamos recientemente a Japón. 

Ni siquiera sé a dónde voy… No tengo a dónde ir y no hay manera, ni poder humano que nos haga poder volver a donde empezamos hace un año. 

La lluvia se mezcla con mis lágrimas que no dejan de caer por mi rostro, retenidas por mi orgullo herido y un dolor que todavía no proceso del todo  ellas terminan cediendo por la excesiva acumulación, apenas dejándome ver el camino frente a mí. 

El otoño llega a su fin, dándole paso al invierno y el aire se vuelve pesado y difícil de respirar.

Me toca luchar incluso con el aire que intenta entrar a mis pulmones lastimados, tan gélido que me asfixia en el proceso. 

La Fortaleza Ryūjin, nuestro nuevo “hogar”, no es más que una prisión con celdas elegantes y sirvientes, en el qué soy más una prisionera qué una invitada.

Estoy pagando una condena por un crimen que no cometí y del cual no tuve conocimiento hasta que fue demasiado tarde. 

En mi rebeldía, escapo de la fortaleza con regularidad.

Corro lejos de estas altas paredes que me mantienen cautiva y me alejo lo más lejos posible. Ni siquiera pongo cuidado hacia dónde corro, intento perderme en un lugar donde ni los mejores hombres de los Ryūjin puedan encontrarme, pero, como si tuviera una maldición, siempre termino perdida en los mismos callejones.

Es como si no solo estuviera presa en esa fortaleza, todas las calles y callejones siempre me llevan al mismo lugar como un laberinto. 

Siempre termino en el barrio rojo

Una zona peligrosa, conocida por su concentración de locales para el entretenimiento adulto: bares, clubes nocturnos, salones de masajes, locales de entretenimiento sexual y todo tipo de servicios exóticos

El sonido de tus melodías pérdidas | Min YoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora