Insanity

CAPITULO 4

DE LA BITÁCORA DE PETYR NORTHMAN

24 DE DICIEMBRE DEL 2012

MUY TEMPRANO

Suzzane hizo un milagro para Navidad, arregló mi casa, llenó mi refrigerador con comida decente y ordenó todas mis pertenencias. Quise darle dinero extra en compensación por su esfuerzo, pero como era de esperarse no lo aceptó. Es una gran dama.

Esta noche, como yo no conozco a nadie aquí y ella no tiene familia ya, acordamos celebrar la noche buena juntos. Hace mucho que no pruebo un pavo casero, extraño a mamá, debo llamarla pronto...

Estoy muy contento por ver mi casa por fin ordenada, por fin podré quitarme los trajes, ya que eso era lo único que tenía a la mano para vestir, aunque no tengo demasiada ropa. Creo que debería ir de compras un día de estos, pero la verdad no me entusiasma mucho la idea.

No puedo sacar de mi mente la consulta de ayer, la señorita Taylor sabe que está mal, sabe que lo que busca es algo que no existe, pero lo sigue buscando, ¿Acaso está cómoda con sus delirios y compulsiones? En lo personal no quiero creer que así sea, la pobre perdió su vida en su totalidad, todo por ese tal Vinker Varkole.

Me fui del sanatorio con la preocupación de cómo le pudo haber afectado la consulta, ya que después de nuestra platica no volví a verla. Me intriga mucho saber cómo manejan ella y las enfermeras sus necesidades de salir a merodear, es obvio que no puede hacerlo... Cuando regrese platicaré de ese tema con la enfermera Lucy.

Por otra parte, la señorita Potter... sin haberla consultado aún me atrevo a decir que padece una esquizofrenia pasiva... ¡Demonios, fui un torpe al dejar los expedientes en la oficina! Los hubiera traído y así podría haber avanzado un poco, pero la verdad lo único que quería era irme antes de que Anna siguiera con ese juego tonto. Es una chica linda, pero su desesperación e insistencia no me gusta... Iría ahora mismo por los expedientes, pero prefiero ir a ayudar a Suzzane, me da vergüenza que ella sola haga todo, no soy un chef, pero creo que podré pelar papas.

Petyr cerró su bitácora y fue a tomar un baño, el agua tibia lo relajó y lo hizo pensar en mil cosas, sobre todo en su niñez y en su madre. Recordó las vísperas de Navidad, como la de aquel día en Virginia, la casa decorada, el olor dulce del ponche y de los pasteles mezclado con el olor salado del jamón y el pavo, la expectación por los regalos, y las palabras de su madre y sus sonrisas... "¡Lo único que quiero de regalo es que te portes bien y que me traigas buenas calificaciones!" y las rudas frases de su inexpresivo padre... "¡Mujer, no esperes tanto de Petyr, los Northman no somos hombres de escuela!" Pero Petyr desde pequeño lo único que deseó fue hacer feliz a su madre, así que todas las cosas que su padre decía simplemente las ignoraba, como cuando le gritaba que era un marica por estar todo el día con la cara metida en los libros en vez de estar con alguna chica, o cuando dijo que no iría a su graduación porque eso era una pérdida de tiempo. Pero a él no le importó, solo quería darle su diploma a su madre y años después llevarla a su graduación de la universidad y después dedicarle su tesis. Su padre jamás le hizo falta.

A pesar de que muchas de las cosas de las que se acordó eran tristes o desagradables, Petyr solo tenía que recordar a su madre para poder sonreír y, con esa sonrisa en los labios, se puso unos jeans, una camisa de manga larga y una chaqueta de cuero, se secó un poco el cabello con una toalla y buscó un gorro. Pensó que, después de todo, este era un buen día para lucir un look más desahogado. Al terminar, se miró en el espejo y sin querer se rio de sí mismo, al verse tan distinto sin el traje y la bata. Apagó las luces y salió de su departamento, solo tenía que caminar unos cuantos metros para llegar a la casa de la señora Kersh, pero el frío era mucho, así que prefirió correr. Tocó el timbre de la casa y Suzzane de inmediato le abrió.