CAPITULO 32

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Eran casi las diez de la mañana, ya habían desayunado a placer y habían fumado un cigarrillo en el patio de atrás de la casa. Petyr miraba todo como si fuera la primera vez, pensaba y pensaba una y otra vez en ese poderoso muro que él mismo creó para sí y cómo se había derrumbado delante de sus ojos en una sola noche.

—¿Qué recuerdas de ayer? —preguntó Andrew, después de encender la pequeña grabadora digital y dejándola en la mesa de centro de la sala.

—Creo que recuerdo todo.

—¿Recuerdas esto? —preguntó Andrew, mostrándole una hoja de papel, una lista que estaba burdamente enmarcada en un pedazo de cartón con dibujos que claramente había hecho un niño pequeño.

Se notaba aún como habían escrito, borrado y vuelto a escribir en la lista con el paso de los años. Arriba de la hoja decía "Cosas que enseñarle al pequeño Petyr" y en la hoja había un listado de cosas y solo unas pocas de ellas estaban tachadas con marcador rojo, cosas como "Enseñarle a atar una corbata" y "Enseñarle a jugar béisbol". Pero había muchas que obviamente se quedaron pendientes, cosas que habían sido agregadas al final de la lista, como "Enseñarle a afeitarse sin cortarse" o "Qué decir para que una chica diga que sí"

—La lista... —Petyr sujetó el papel y lo vio con detenimiento, como si tomara entre sus manos un antiguo, perdido y delicado tesoro—. Esa lista la actualizaba Iton, cuando creía que ya había crecido lo suficiente cambiaba cosas en ella. A mamá le daba mucha gracia, decía que mi hermano había empezado esta lista desde antes de que yo naciera.

—¿Qué recuerdas de tu hermano? —preguntó Andrew incitándolo a seguir hablando.

—Todo. Él siempre me protegió, él era el mejor hermano del mundo. Cuando Iton estuvo listo para ir a la universidad, yo le dije que no me dejara solo con papá, mi padre siempre me decía cosas hirientes y me humillaba, pero Iton me defendía y cuidaba. Él se quedó por mí, yo lo sabía, yo era muy chico para darme cuenta de lo que estaba sacrificando y de que yo estaba siendo demasiado egoísta.

—¿Qué recuerdas de tu madre?

—Mamá... ella era débil, sumisa, siempre trataba de tener feliz a mi padre y a nosotros. Iton a veces le decía que hiciera las cosas para ella misma y no por nosotros, pero ella nunca cambió, y al parecer tampoco le funcionó. No me malinterpretes, yo amaba a mi madre, la veneraba, pero ahora que lo pienso también llegué a sentir pena por ella, creo que por eso conservé esta casa.

—Háblame de tu padre. ¿Qué recuerdas?

—Papá era un macho, y trató de criar a Iton para serlo también, pero él tenía demasiado carácter y demasiada personalidad como para escucharlo de verdad. Papá reparaba el tejado, las tuberías, pagaba las cuentas, le daba dinero a mi madre para llenar la despensa, nos mantenía bien vestidos y bien alimentados, nos daba regalos de navidad y cumpleaños, pero eso era todo. Nunca nos dio un abrazo o un beso de buenas noches, a mí de hecho no me hablaba... a no ser que cuentes cuando me decía que era un debilucho maricón, fuera de eso no me dirigía ni los buenos días. En la ganadería y en la casa él era El Hombre... pero al parecer mi madre descubrió que era más que eso, ¿verdad?

Ante este último comentario Andrew no supo si sería correcto agregar algo o no, así que prefirió continuar.

—Dices que sentías pena por tu madre, cuéntame de eso.

—Papá mató a Iton y mamá vivió años en depresión debido a eso, pero yo aún estaba vivo, yo aún estaba aquí, ella se pudo refugiar en mí. Sé que yo era un niño, pero después de un acontecimiento como ese yo crecí y madure más rápido que los demás niños de mi edad. Sí, sentí pena, sentí tristeza, y deseé... deseé que esa noche nunca hubiera ocurrido, deseé no haber sufrido la pérdida de mi hermano y lo desaparecí de mi vida... Eso hice, creo. Sentía pena por mí y a la vez por ella, ¿cómo no sentirla? ¿Cómo no tenerle pena si prefirió morir que sobrellevar las situaciones? ¿Y cómo no sentir pena por mí, si todos me habían abandonado? Me comprendo a mí mismo, creo que muchos desearían poder hacer lo que yo hice con mis memorias.

InsanityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora