Los Rumores Del Trío Monstruoso

Capítulo 6:

Capítulo 6: Desayuno.

Nico Robin.

Anoche había sido un poco mágico, la experiencia había sido eufórica a pesar de solo haber estado ahí en el lugar un par de horas y tener que salir huyendo al final de todo por que la policía había llegado, pero me había gustado la sensación que cubrió mi cuerpo al estar ahí.

Pero no me gustaba el dolor de mano que tenia y lo morada que esta se veía y que descubrí justo al despertar, ah, y tampoco había dormido mucho, por que nos habíamos entretenido conversando un poco más de lo necesario y había dormido poco más de dos horas.

Recién estaba entrando en razón de lo que había sucedido anoche, me habia escapado de casa para ir a un lugar de mala muerte a ver peleas clandestinas y había regresado a casa por que la policía había llegado al lugar y habíamos tenido que huir y después había durado horas conversado con un chico extraño recostados sobre el techo de mi casa sin un tema en el especifico hasta que había tenido que marcharse por que debíamos dormir para venir hoy a clases.

-... Hija, ¿Me estas escuchando?- La voz de mi mamá me sacó de mis pensamientos, así que me enfoque en verla y en intentar que en mi rostro no hubiese rastros de mis pensamientos por que sentía que ella podría descifrar mi pensar con una mirada.

-Disculpa, estoy un poco dormida.- Susurre y ella sonrió un poco antes de señalar mi desayuno.

-Deberías terminar tu desayuno, te decía que se te esta haciendo tarde, si querías que te llevara a la escuela cuán do vaya a trabajar.

-¿Tarde?- Miré el reloj y con mucho pesar descubrí que era cierto, que debía haber estado en camino hace diez minutos y que seguramente iba a llegar tarde.- Oh, maldita sea.

Me levanté rápido de la mesa y tomé una de las tostadas con miel y fruta que mamá había preparado para mi para terminar de desayunar en el camino.

-Deja que te lleve, yo...

¿Viaje con mamá? No gracias, mis pocos momentos de libertad eran cuando caminaba a la escuela y con el miedo a sonar como una mala hija, pero prefería llegar un poco tarde que resignarme a un viaje en auto con ella hablándome de mil riesgos a la voz.

-¡No gracias! ¡Me voy de una vez!- tomé mi mochila y me despedí de ella rápidamente mientras corría a la puerta.- Nos vemos en la tarde.

Salí de casa a paso apresurado, tal vez si corría un par de cuadras podría llegar un poco antes, así que me acomodé la mochila sobre los hombros y comencé a prepararme mentalmente para hacerlo aunque sabia que correr en dirección a la escuela me garantizaba que iba a manchar mis zapatos y a desacomodar mi uniforme.

Pero oh, vaya coincidencia.

El rugido del motor me alertó a unas cuantas calles de la casa, mientras tenia a medias mi pan tostado por que había decidido comerlo antes de comenzar el maraton, limitandome a caminar muy rápido ¿Estaba loca o había escuchado una moto?

No tardo en aparecer a un lado de mi y hacer rugir el motor, redujo la velocidad y comenzó a rodar a mi lado hasta que me detuve y me hizo un gesto que no comprendí.

Lo vi levantar el plástico del casco, sus ojos eran somnolientos y volvió a hacer el gesto muy parecido a un asentimiento de cabeza, ¿Qué me estaba queriendo decir?

Se quitó el casco y me miró elevando una ceja, tenía una pequeña sonrisa en el rostro y si, la mirada totalmente somnolienta con grande ojeras.

-¿A dónde vas tan tarde?- Me preguntó extendiendo hacia mi el casco.- No llegaras a tiempo.