Los Rumores Del Trío Monstruoso

Capítulo 10:

Capítulo 10: Papá.

Nico Robin.

Había sido días bellísimos, Zoro había estado viniendo por mi en las mañanas y seguía ganando puntos con mamá casi siempre con el uniforme implacable y sonrisas amables haciendo comentarios acertados sobre el clima y sobre las clases haciéndose ver como un encantador y educado compañero de clase que incluso ciertas mañanas nos trae unos deliciosos panes para el desayuno.

Y después de hacer puntos con mamá nos íbamos, al doblar la esquina se despeinaba y de vez en cuando se atrevía a darme un beso en los labios antes de ponerme el casco, lo cual me hacia llegar al instituto con un humor increíble, pues me hacia sentir bien el hecho de que tuviese esa clase de atenciones para mi y en caerle bien a mi mamá.

Hasta el día de hoy en la mañana.

Me desperté con ánimos e hice todo lo que usualmente hacia revisando la hora en el que ahora era mi reloj con la esperanza de que Zoro se acercara por la puerta para hacerme sonreir y para animar a mamá.

Pero antes de incluso bajar las escaleras logré escuchar a mamá molesta, pero no sabia por que, estaba hablando en voz baja así que me acerque lo más que pude para poder escuchar algo.

-Es una locura lo que quieres hacer.- Susurro.- No permitiré jamás que hagas algo tan cruel como llevártela para eso.

No escuche respuesta así que supuse que estaba hablando con teléfono, ¿Con quien estaría hablando?

-¡Lo sé!- Gritó y por unos segundos me asuste.- Tú te fuiste, ¿Te lo recuerdo? Tú tomaste la decisión de irte y de dejarnos sola, ¿Y ahora quieres eso?- Sentí mi corazón golpear mi pecho con fuerza.

Estaba hablando con mi papá.

Apreté los puños y me acerque un poco más para poder escuchar por que seguro eso podría involucrarme.

-Esa niña es mía.- Mascullo y supe que se refería a mi.- Me dejaste criando sola a una niña, jamás me diste un mísero peso para poder comprarle zapatos o...

Su silencio me hizo preocuparme.

-Jamás permitiré que te la lleves.- Sentí mis piernas temblar, ¿Quería llevarme con él? ¿A donde?- Robin no es tu hija por que jamás viste por ella, jamás te importo cuando te enviaba mensajes rogando por un plato de comida cuando no tenia trabajo, tu jamás viste que... ¡PUES HABLA CON TU MALDITO ABOGADO, ELLA NO SE IRÁ!

La escuché soltar el teléfono y comenzar a sollozar así que terminé por aparecer por las escaleras con un nudo en la garganta.

Estaba sentada frente a la mesa con los puños apretados y una mano sobre su frente mientras lloraba, ver a mamá llorar era algo que no era usual, yo creo que podía contar con los dedos de una mano las ocasiones en las que la había visto hacerlo.

-Mamá.- Susurre sentandome a su lado y buscando su mano.- ¿Qué sucede? Te escuché gritar y...

-Tu padre me llamó.- Limpió sus lagrimas y se giro a verme.

-¿Qué quiere?

Mamá se quedó unos segundos en silencio, tomó una servilleta y limpió su rostro, después pasó un mechón de mi cabello tras mi oreja.

-Quiere que te vayas con él.- Susurro mirandome.- Quiere llevarte a otra ciudad por que al parecer quiere recuperar el tiempo perdido.

-¿Qué? ¡No!- Me puse de pie.- Él no puede hacer eso, no puede llevarme, él jamás... Estuvo aquí, no puede hacerlo, ¿Cierto?