Los Rumores Del Trío Monstruoso

Capítulo 25.

Capítulo 25: Un sueño.

Nico Robin.

Abrí los ojos de golpe sintiendome ahogada, el sudor corría por mi frente, sentía la ropa empapada por completo, doblé los dedos de los pies para darme cuenta que llevaba aún zapatos y no podía ver nada por que todo a mi alrededor estaba oscuro.

¿En dónde estaba? ¿Y mi mamá?

Cerré los ojos con fuerza sintiendo mi corazón golpear contra mi pecho con fuerza, podía sentir las palpitaciones contra mi garganta de una forma aterradora y me estaba sintiendo ahogada, como si el aire no fuese suficiente para mis pulmones.

Las yemas de mis dedos hormigueaban y mi cabello se pegaba a mi cuello, parpadee varias veces y escuché un golpeteo constante, así que me senté en la cama.

Después de varios parpadeos pude darme cuenta que estaba en mi habitación, sola, con el uniforme puesto y completamente sudada.

Me estiré para buscar mi teléfono y pasé una mano por mi cabello dándome cuenta que simplemente me había quedado dormida con un podcast de casos de asesinatos sin resolver, así que pause el podcast enmedio de un suspiro y escuché un grito abajo.

¡Mi mamá!

Salté de la cama y corrí escaleras abajo sintiendo a cada paso que daba mi corazón a punto de reventar, quería llegar rápido y ver a mi mamá.

Cuando estaba en los últimos escalones me tropecé y terminé por caer al suelo de frente, quise meter las manos pero no alcance a hacerlo del todo a tiempo y me golpee con el suelo.

Pero no tarde en tener a mamá y a mi padrastro frente a mi luciendo preocupados, mamá se agachó a mi lado y me miró preocupada.

-¿Estas bien?- Me preguntó y sentí las manos de mi padrastro levantándome, asentí con lentitud hacia ambos.- ¿Qué te pasó?

-Escuché un grito.- la miré con miedo aún en mi pecho y ella sonrió, me quise recargar en la pared y sentí un pequeño dolor en la muñeca.- ¿Está todo bien?

-Estamos viendo una película.- Mamá me sonrió pasando mi cabello tras mi oreja.- Niña, estas empapada en sudor, ve a darte un baño, andando.

Mi padrastro me miró por unos segundos, sentía su mirada sobre mi y me puse nerviosa de inmediato, por que no sé como pero él parecía saber cosas, le di una sonrisa apenada, él se cruzó de brazos y sonrió con lentitud.

-Te voy a pedir un sandwich del restaurante Italiano que nos gusta.- Me señaló antes de darse la vuelta.- ¿Nosotros una pizza?- Le preguntó a mamá y ella le desplegó una sonrisa encantada.- Vamos sacando las copas, que la niña se vaya a descansar un rato.

-Iré entonces a bañarme.- Señalé hacia las escaleras y mamá asintió.

-Te llevamos la cena arriba, para que estés tranquila.- Miré con curiosidad a mi padrastro y él se encogió se hombros ante sus palabras.

Subí las escaleras rápidamente a mi habitación y escuche el golpeteo suave del viento contra la ventana, abrí las cortinas para asegurarme de que no había nadie ahí y sonreí encantada al darme cuenta de que claramente no había nadie.

Volví a cerrar las cortinas y busque rápidamente algo de ropa, un short negro y una camiseta grande, también  unos calcetines y ropa interior.

Me fui rápidamente a bañar, no quería durar mucho, pero sin querer me di cuenta que el agua cayendo sobre mis hombros me estaba relajando, que el suave masaje de mis dedos con el shampoo me hacia tener un poco menos de color de cabeza que ni siquiera recordaba que tenia.