Capítulo 16: papá.
Nico Robin.
Abri los ojos con pesar gracias a las ganas de ir a vaciar mi vejiga pero desperté sintiéndome prisionera y mirando todo negro a mi alrededor y con una laguna mental que me mareo un poco.
Me quise liberar y escuche un pequeño gruñido para luego sentir unas manos rodear mi cintura con fuerza, no pude evitar sonreir por lo bajo al recordar la cena de anoche y nuestra bellísima ida a dormir.
Habíamos ido a un restaurante bellísimo dentro de un hotel enorme, la cena fue en la parte exterior del restaurante con vista a la enorme alberca llena de pequeños focos de color blanco que daban un ambiente muy tranquilo, había música suave saliendo de unas pequeñas bocinas y de fondo, al final del hotel, podíamos ver el suave oleaje, por que el mar nos saludaba a lo lejos danzando suavemente.
El lugar estaba casi vacío así que logro darle un toque más íntimo a la cena, la comida había estado deliciosa también y a mitad de nuestra cena llegó un jovencito a entregarme un ramo de flores, un ramo de peonias y rosas color rosa que me encantó, por que no recordaba haber recibido anteriormente algún ramo de flores por lo que lo hacía muy especial, un ramo con aroma delicioso que quedó a un costado de mi.
Cuando había llegado el jovencito y me había entregado las flores preguntando por mi mire de reojo a Zoro con las mejillas sonrojadas y una mano sobre su rostro y no pudo ser más adorable, por que me estaba mirando avergonzado pero atento a mi reacción por lo que suponía que no era algo que hacía muy seguido.
Habíamos bebido un poco después de la cena, habíamos disfrutado la cena y después habíamos ido a conducir sin rumbo fijo tomando un par de cervezas, me había llevado a la playa y habíamos caminado un poco por la orilla, él llevaba nuestros zapatos en la mano mientras íbamos descalzos y tomados de la mano sintiendo el agua mojar nuestros pies, conversando un poco de todo y de nada al mismo tiempo, lo había visto bajo la luz de la luna y me había enamorado un poco más de él.
Luego habíamos regresado a casa un poco entusiasmados y descalzos a querer continuar lo que habíamos dejado a medias tras un manoseo nada inocente en el auto que había acabado con nosotros en la parte trasera y con mi vestido por encima de mi cintura y su pantalón abajo de sus rodillas pero siendo atrapados por otro auto que echó las luces sobre nosotros así que tuvimos que regresar a casa con la calentura hasta arriba para poder terminar lo iniciado aquí.
Y habíamos llegado a la casa para terminar lo que habíamos comenzado en el auto, claramente después de eso habíamos terminado exhaustos por lo que nos quedamos dormidos en la misma cama, totalmente desnudos pero abrazados, y justamente iba despertando.
Desnuda.
Poco a poco fui siendo consiente de que no llevaba nada puesto aunque hubiese jurado que anoche me había colocado ropa interior de nuevo, pero no, no llevaba ni siquiera ropa interior, me di cuenta por que sentí su pierna colarse entre las mías y chocar de forma directa contra mi dándome escalofríos.
Sus manos comenzaron a acariciar mi espalda expuesta por lo que supe que estaba despierto y yo subí las manos por su torso, un torso trabajado y firme que se sentía muy bien acariciar y rasguñar suavemente, pero me era inevitable, aun me daba pena hacer mucho ruido así que me intentaba contener.
-¿Qué hora es?- Lo escuché preguntar con la voz ronca y me estiré un poco para quitarnos la cobija de encima, me sujetó con fuerza de la cintura pegándome contra él, sentí su nariz sobre mi cuello seguido de un par de besos.
-No lo sé.- alcance a susurrar saliendo un poco de su agarre para buscar mi teléfono y ver la hora, era ya más de mediodia, no podía creer que habíamos dormido tanto.
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Los Rumores Del Trío Monstruoso
Hayran KurguEn la preparatoria local de una ciudad en donde aparentenente nunca pasaba nada... corrían rumores. Rumores acerca de peleas clandestinas, drogas y sangre, mucha sangre. Había tres chicos encabezando esos rumores, tres jovencitos que no hacían más...