19. Padre e hija

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ATENCIÓN: Este capítulo es muy emotivo. Recomiendo tener pañuelos cerca

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26 de diciembre, 1997

Lily paseaba furiosa por el ático. Quería gritar, quería llorar, quería romper cosas. Quería sacar su varita y lanzar maleficios hasta quedar agotada. Pero no podía hacer nada de eso, porque no podía arriesgarse a llamar la atención.

Así que seguía dando vueltas como un animal enjaulado, bajo la preocupada mirada de Susan.

-Le odio ¡Le odio! ¿Por qué no puede decirme la verdad? ¿Por qué tiene que mentirme?

-Lily, no merece la pena enfadarse tanto -Susan intentaba razonar con ella, con voz calmada-. Además ¿Qué querías que te dijese?

-¡La verdad! Sólo quiero la verdad.

-¿De verdad quieres saberlo? ¿Y si no es lo que esperas? ¿De verdad te gustaría que fuese tu padre? -Susan se acercó a ella, y Lily se secó las lágrimas con las manos.

-No lo sé. No sé si quiero que lo sea, o que no lo sea. Sólo quiero... -Lily no podía explicar lo que sentía-. ¿Por qué tiene que ser tan complicado? -Lily ya no estaba enfadada, pero se sentía perdida, abandonada e indefensa. Susan la abrazó con ternura, frotando su espalda.

-No pasa nada -susurró, mientras Lily sollozaba sobre su hombro, aferrada a ella con fuerza.

¿Quería que Severus fuera su padre? ¿Tan necesitada estaba de su amor?

Decenas de imágenes inundaron su mente. Severus entregándole el pergamino con el hechizo para recuperar sus libros, Severus enseñándole a invocar un Patronus, Severus sonriendo al ver aparecer a la cierva plateada, Severus gruñendo ligeramente antes de ceder y concederle lo que ella le pedía...

Severus, mirándola con orgullo, explicándole cómo evadir una maldición, sonriendo con excitación cuando se batían en duelo.

Severus, poniendo la mano sobre su hombro, guiándola y enseñándole a controlar su fuerza.

Severus furioso cuando Umbridge la interrogaba, como si fuese a saltarle al cuello por atreverse a insultar a Lily.

Severus diciéndole que ella era válida para investigar Pociones y animándola a emprender su carrera como investigadora.

Severus bromeando con ella, sin molestarse con sus descaradas réplicas...

Y finalmente, Severus, mirándola con amabilidad e interés desde el otro lado del caldero, cortando ingredientes y hablando con ella, pregúntale por las clases y por sus planes de verano. Como si de verdad le importase. Como si ella fuese importante para él...

"¿De verdad te gustaría que fuese tu padre?"

-Sí, me gustaría -confesó, con la voz rota-. Me gustaría que lo fuese...

***

20 de enero, 1998

-Los Carrows lo han vuelto a hacer, están torturando a los alumnos con la maldición Cruciatus -gruñó Severus, paseándose frente al escritorio. Desde su retrato, Dumbledore le miraba con expresión seria-. No puedo hacer nada, no puedo entrar en el aula y detenerles.

-Sería muy sospechoso, desde luego. Sin embargo, hiciste bien en mandar a Ginny y a Neville con Hagrid.

-Todos piensan que el Bosque Prohibido es peligroso... -Severus resopló-. Al menos no es más peligroso que los Carrows.

Sangre  de mi sangre (Severus Snape & hija)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora