12 de febrero, 1994
Severus esperaba a que fuesen las seis de la tarde, nervioso.
En un rincón, tenía una poción curativa de Temar a medio preparar, por si acaso, pero ¿a quién pretendía engañar? Estaba claro que la poción no era más que una estúpida excusa.
Gruñendo, se regañó a sí mismo. Se estaba comportando como si estuviese haciendo algo malo, y no era así, solamente le iba a ensañar un encantamiento a una alumna.
Severus bufó nervioso, pasándose una mano por el pelo.
Le iba a enseñar un encantamiento de alta dificultad a una cría de doce años, siendo él el profesor de Pociones y teniendo disponible a un profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras que claramente era capaz de enseñar a invocar un patronus.
Aun así, no estaba prohibido. Ella le había pedido ayuda, y él era el Jefe de su casa, y era su deber ayudar a los jóvenes Slytherin que lo necesitasen.
Esto no era nada personal.
Tampoco era un intento de demostrarle a Lupin que él era el mejor profesor de Defensa.
Porque obviamente, de eso no tenía ninguna duda.
Para empezar, Severus no iba a usar ningún dementor. En el despacho no había nada temible que pudiese asustar a Lily, al contrario, una dosis de la poción de Nightingale ardía suavemente en un difusor, esparciendo el aroma de menta y jengibre por la habitación. Aquel era un ambiente relajante.
Le sorprendía que Dumbledore le hubiese dado el visto bueno al plan de Lupin. Severus odiaba a Harry Potter con toda su alma, pero incluso él pensaba que hacer que el mocoso se enfrentase repetidamente a un dementor para practicar el encantamiento era ir demasiado lejos.
Parecía una tortura sacada de los rincones más oscuros de Azkabán. Pero ¿qué se podía esperar de un licántropo de la casa Gryffindor?
Justo a tiempo, Lily llegó al despacho. La niña le lanzó una mirada burlona a la poción de Temar, pero no dijo nada. Como buena Slytherin entendía la necesidad del subterfugio.
Severus decidió ir directo al grano.
-Señorita White, si no se ha arrepentido, intentaré que aprenda a invocar un Patronus. Le advierto que es un encantamiento de alto nivel de dificultad y que algunos magos tardan años en dominarlo. Sin embargo, si aprende las bases del encantamiento, será capaz de crear un Patronus corpóreo cuando esté preparada.
-No lo entiendo, profesor, ¿los Patronus no son siempre corpóreos?
-Un Patronus es una fuerza de energía que representa aquello que los dementores no pueden destruir. Para invocarlos se requiere de una gran fortaleza mágica y mental, y la mayoría de las veces, el hechizo no sale bien, y tan sólo se genera una bruma brillante.
-¿Qué forma tienen, profesor?
-Cuando el Patronus está completo, tiene la forma de un animal.
-¿Qué forma tiene el suyo, profesor? -Lily le miró con sus grandes ojos oscuros brillantes, esperando una respuesta.
-Esa es una pregunta muy íntima, señorita White. El Patronus representa los aspectos más personales de la persona que lo invoca -la regañó con severidad, y ella agachó la mirada, avergonzada.
-No lo sabía -murmuró a modo de disculpa. Severus carraspeó y continuó con su explicación.
-Cada Patronus es único y permanece inmutable durante toda nuestra vida. Aunque también es cierto que algunos eventos pueden causar el cambio de la forma de un Patronus -añadió, antes de darse cuenta de su error.
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Sangre de mi sangre (Severus Snape & hija)
Fanfiction"Antes de tu nacimiento, el Señor Tenebroso desarrolló un plan para mejorar el linaje mágico. Para ello, seleccionó a los magos y brujas que él consideró más aptos, para que engendrasen una nueva generación al servicio del nuevo orden. Esto se llevó...