15. Oclumancia

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8 de enero, 1996

-Señorita White, si tiene un momento...

Lily esperó al final de la clase, obedientemente, y se dispuso a cerrar la puerta cuando el último alumno salió por ella.

-Déjela abierta, no hay necesidad de crear habladurías sin motivo -pero la mirada del profesor sugería precisamente lo contrario. Lily asintió, sintiéndose muy expuesta de repente, y se acercó con cautela al escritorio principal.

-Señorita White, no he podido evitar observar que la calidad de sus pociones ha decaído considerablemente. Eso es inaceptable.

Lily le miró incrédula, y luego se fijó en el vial con su nombre, que tenía la poción más perfecta de todas. El profesor Snape, sin embargo, metió su mano en el bolsillo, y de repente, el vial cambió de color.

-Me temo que si sigue así no podrá aprobar. Le recomiendo que se aplique con más esmero -y entonces le dirigió una mirada extraña, como si esperase que ella dijese algo.

Lily luchó contra la tentación de mirar sobre su hombro y agachó la cabeza.

-Lo siento mucho, profesor, preparar pociones es muy difícil. Quizá, si tuviera algo de ayuda... -y él asintió, complacido, antes de seguir regañándola.

-No hace más que hacerme perder el tiempo, señorita White, pero no puedo permitir que un alumno de mi casa me deje en mal lugar. Por ello, tendrá dos horas de tutorías intensivas conmigo, todas las semanas.

-Muchas gracias, profesor, le prometo que me esforzaré.

-Ya se ha ido -susurró el, mirando hacia la puerta, y Lily por fin se vio libre de la sensación de estar siendo espiada-. Recibirá una lechuza indicándole el lugar y la hora. Puede marcharse.

***

16 de enero, 1996

Lily llamó a la puerta de la mazmorra y entró con cautela, esperando encontrar a la horrible figura vestida de rosa, pero afortunadamente, sólo la estaba esperando el profesor Snape, frente a un caldero donde hervía una poción a medio preparar.

-Como puede observar, señorita White, debemos volver a usar este pequeño subterfugio. Si alguien le pregunta, está repitiendo las pociones de esta semana ¿me ha entendido?

-Sí, profesor -Lily se acercó al caldero y se dio cuenta de que la poción no estaba bien hecha-. ¿Tan mala se supone que soy?

-¿Para necesitar dos horas semanales? Usted es peor que Longbottom -Lily no pudo evitar reírse ante eso, e incluso Snape relajó su expresión arrugada.

-Profesor... le agradezco su interés, pero de verdad no tiene que hacer esto -Lily se frotó las manos-. Le estoy metiendo en problemas.

-En realidad, hay algo que necesito que haga usted por mí -él la observaba de forma calculadora-. Usted conoce a los componentes de la Brigada Inquisitorial ¿no es cierto? Quiero que me haga partícipe de lo que hacen cuando nadie los ve -Lily arrugó el ceño, sin comprender-. Quiero saber de lo que hablan, con quien se reúnen y los pequeños trabajos que hacen para la Suma Inquisidora.

-¿Por qué no se lo pregunta usted?

-Yo soy un adulto, obviamente no van a confiar en mí. Pero usted comparte la Sala Común con ellos... tiene información de primera mano.

Lily vaciló. Ella no era amiga de ninguno de los miembros de la Brigada Inquisitorial, pero ellos generalmente la ignoraban, así que no le sería muy difícil escucharlos a escondidas.

Sangre  de mi sangre (Severus Snape & hija)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora