2- EL DESPERTAR DE LA FUERZA ABRASADORA.

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Recogí mi nuevo uniforme guardando el viejo en un cajón. Echaría de menos a mi primer amigo, Afuro Terumi, pero no podría soportar aquello y no creía poder verlo de la miama manera. Entonces, decidí ver mi nuevo colegio. Anduve por las calles sin más tratando de encontrar el edificio. Cuando llegué a la puerta, vi un automóvil con una forma muy extraña. "Qué extraños estos japoneses", pensé en aquel momento. Aunque creo que, esa perspectiva no durará demasiado en mi mente. Atravesé la puerta sin esperar encontrarme aquel panorama. En el campo, se llevaba a cabo un partido de fútbol. No uno normal, la verdad. Uno de los equipos tenía a todos sus integrantes en el suelo, derrotados y una cifra imposible en el marcador. Raimon 0- Teikoku Gakuen 20. Es entonces cuando su capitán, Mamoru Endou, se levantó como un fénix resurgiendo de sus cenizas dejando atónitos a todos los presentes. Yo no me lo pensé dos veces. Iba a ayudarle y no me detendría nadie. Salté al campo por la línea de fondo y me acerqué al chico.

- ¿Estás bien? -le pregunté mientras colocaba su brazo por mi hombro.

- Sí, gracias. Eres nueva, ¿verdad?

- Me llamo Valeria.- respondí asintiendo- ¿Puedo jugar? Claramente, necesitáis refuerzos.

- C-claro. En la banda te darán un uniforme.

- Y, ahora le pedís a una chica ayuda, patético. -dijo una voz proveniente de la Teikoku.

- No me subestiméis. Si creéis que seré un estorbo, dejadme jugar. Más a vuestro favor -les reté con ganas de demostrarles de lo que soy capaz.

- ¿Por qué no? -dijo el que parecía el capitán, Yuuto Kidou, cuando vio que el árbitro iba ha decir que no se podía.

Me dieron una camiseta con el dorsal 18, mi numero de la suerte. Iban en desventaja, les faltaba un jugador, que había huido aterrorizado. Suelo ser defensa pero, en ese momento, me puse de delantera. Sin embargo, en aquel preciso momento, entró un chico con el dorsal 10. El árbitro iba a protestar de nuevo cuando Kidou le hizo un gesto para que volviera a callar. Era Shuuya Gouenji. Un jugador de la Kidokawa Seishuu al que conocía por revistas que había visto en la biblioteca del Zeus. Se acercó a Mamoru, quien le saludó alegremente. Le saludé con una sonrisa.

- Hola, me llamo Valeria. Te dejo la ofensiva a ti y vuelvo a mi puesto predilecto, bye -me despedí sin darle tiempo a hablar.

Me puse cerca de la línea del área dejando descansar en el banquillo a Kageno Jin. El balón lo tenían ellos. Corrí hasta donde estaban pero, antes de que llegara, usaron su supertécnica más temible. Se llama Desu zon (Triángulo letal, en español), pero nuestro capitán y portero lo paró con su Goddo Hando (Mano Celestial, en español). Como si estuviese sorda como una tapia, me gritó:

- ¡Valeria, sube y pásale el balón a Gouenji!

Traté de no detenerme pero no me lo pondrían tan fácil. Jirou Sakuma se interpuso ante mi con una media sonrisa en el rostro y el parche en el ojo.

- No pasarás de aquí, princesa.

- Eso es lo que tú te has creído.- le contesté resaltando el "tú".

Sonriente, usé mi propia supertécnica: el Transporte de Hermes. Parecía tener alas en los zapatos dejándole atrás con la boca más abierta que el pico de un pelicano. iCuando tuve via libre, le pasé al delantero. El muchacho era ágil y esquivo a cuantos jugadores se le ponían por delante. Lanzó el balón a las alturas haciéndome creer que lo había perdido. Sin embargo, lo que hizo fue chutarlo envuelto en llamas gracias a su Fire Tornado (este no hace falta traducirlo porque está en inglés).

Todos los jugadores del Raimon que, para aquel entonces ya estaban en pie, se le lanzaron haciendo una piña. Gouenji se desembarazó de aquel abrazo de una forma casi cómico. Me acerqué a él y le dije:

- Buen tiro.

- Buen regate el tuyo, también- felicitó cuando sonó entre los vítores la voz de Kidou potentemente, dejándonos atónitos.

- Nos retiramos.

Aquella frase significó que:

1- Habíamos ganado.

2- Que el club dejaba de estar en peligro, como me comentó Aki Kino. 

Todos se quedaron cerca del delantero y, cuando Endou quiso pedirle que se uniera al equipo, Gouenji se quitó la camiseta dándosela a Endou. ¡Qué vergüenza, dios! ¿No había otro lugar?

- Esta es la última vez. -dijo abandonando el terreno de juego.

Después de los múltiples agradecimientos de Endou, volví a casa y le expliqué a mi madre todo lo que había pasado (dad por supuesto que no le conté que aquel se quitó la camiseta). Tengo que admitir que nunca me he sentido tan aceptada en mucho tiempo. Ya tengo ganas de que sea mañana para hablar con los chicos y con Aki.

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De nuevo, el glosario:

Teikoku Gakuen: Royal Academy Mamoru Endou: Mark Evans

Yuuto Kidou: Jude Sharp Kageno Jin: Jim Wraith

Shuuya Gouenji: Axel Blaze Jirou Sakuma: David Samford

Aki Kino: Silvia Woods


El amor de rubí. Parte 1.VivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora