6- EL RETO.

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Aquella mañana vi correr por el campo al capitán. Parecía acelerado, aunque eso era la tónica de cada día. Quien diría a una chica como yo que conocería a alguien tan loco en tan poco tiempo. Siempre me ha gustado conocer a gente diferente, pero aquel chico me aceleraba a mí también con su hiperactividad. Por suerte, con Kazemaru y con Gouenji podía compartir conversaciones más o menos normales. Llegamos andando pausadamente al club y, al parecer, Endou no había llegado todavía. De repente, abrió la puerta de un portazo con una gran sonrisa.

- Ya era hora.-le dije de broma.

- ¿Quién será nuestro rival?- peguntamos todos mientras muchos comentaban con emoción entre ellos especulando sobre el rival.

- Es...-empezó a hablar dejándonos un momento con la intriga hasta que concluyó con un "no lo sé" que nos dejó de piedra.

- ¿En serio? -cuestioné alzando una ceja.

- Es la secundaria Nosei-respondió el entrenador haciendo que nos volviéramos todos hacia él.

- He leído sobre ellos. -comenté mientras me mordía las uñas.

- ¿Por qué te muerdes las uñas? -susurró Gouenji apartando las manos de mi boca con suavidad.

- Es mi primer torneo aquí y estoy nerviosa. Si que es cierto que no es el primero en el que participo, pero no sé qué puedo esperar -expliqué secandome el dedo con un pañuelo.

- Qué manía... Deberías tener cuidado, puedes hacerte daño -murmuró Gouenji con una leve sonrisa.

- Este año dicen que lo retransmitirán en todo el mundo-explicó Kakeru con estrellitas en sus ojos.

- Avisaré a mi abuela y a mi prima. Siempre les ha gustado verme jugar.

- ¿Cuántos años tiene tu prima? Por la cara que pones, le tienes mucho cariño- preguntó Kurimatsu Tappei con curiosidad.

- Cuatro. No se pierde ningún partido mío ni de su hermana -respodí a lo que todos sonrieron, pero Shuuya se mantuvo más serio- ¿Te recuerda a tu hermana? -le susurré tras tantear el ambiente.

- Un poco -confesó suspirando.

- Bueno, se me olvidaba, este es Domon Asuka. Viene de intercambio -interrumpió el entrenador.

- Hola a todos -saludó y miró a la gerente por un momento-. Hola, Aki.

Aki y él se conocían desde que vivían en Estados Unidos. Siempre he querido viajar y ese era uno de los países que quiero visitar. Empezamos a hablar y tanto él como Gouenji estaban de acuerdo en una cosa: aquellos jugadores tenían una capacidad de salto increíble. Al parecer, no nos servirían ni el Fire Tornado, ni el Dragon Crash ni tan siquiera el Dragon Tornado. Debíamos entrenar ese aspecto si queríamos tener una mínima oportunidad. A Endou no se le ocurrió una mejor idea que entrenar con una grua.

- Hola, preciosa. ¿Te dolió cuando caíste del cielo? -empezó Domon con una media sonrisa.

Ese truco era más viejo que mi abuela, así que pasé de él olímpicamente. Tenía cosas más importantes en las que centrarme en aquel momento.

- Gouenji, le pregunté a mi madre cuándo podías venir a cenar -comenté con una sonrisa tratando de alejarme del nuevo un poco.

- Bien. ¿Puede ser hoy? -preguntó recogiendo uno de los balones.

- Sí, claro. Aunque es algo precipitado, mi madre ya me pidió que te preguntara si hoy iba bien. ¡Qué casualidad!

- Genial. Ahora le envío un mensaje a mi padre -sonrió y fue un momento a escribirlo mientras yo hacía lo propio con mi madre.

El amor de rubí. Parte 1.VivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora