21- EL SENTIDO DE PUNTUALIDAD.

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Nuestro próximo rival es el instituto Senbayama (Farm). Eran un equipo con una delantera débil y una poderosa defensa difícil de romper.

- Se encuentra en medio de las montañas y entrenan al aire libre.-informó Haruna abriendo su libreta.

- Deben vivir en un sitio increíble.-comentó Kabeyama.

- Dicen que tienen una defensa de hierro llamada Mugen no Kabe (Muralla infinita). Nadie les ha marcado hasta la fecha.

- ¿Ni en los nacionales?-preguntemos Aki y yo pues no lo creíamos posible.

- No, ni uno solo. Pero tienen un defecto a la hora del ataque. Los tiros.-nos explicó.-Su defensa es la que ha echo que lleguen tan lejos.

- ¡Entendido! Debemos derribarla.

- Es fácil decirlo.-comentó Ayumu.- Precisamente por eso es un muro de hierro.

- Es cierto.-dijimos todos.

Endou puso uno cara que jamás le había visto pero era francamente graciosa y Gouenji y yo intercambiemos una miraba antes de reinos.

- Muro de hierro quiere decir que está echo de hierro, ¿no?-preguntó el capitán haciendo que parasemos de reír.

- Bueno,... eso significa que...-empezó Shuuya.

- ¡Eso significa que debemos atacarlo con diamantes! Seguiremos atacando hasta que se penetre el muro. Para eso hay que entrenar.

El Kung-Fu Head (Cabezazo Kung-Fu) no tardó en salir a escena. Pero fue lo único que funcionó en todo el día. Supertécncas que dominamos a la perfección que salen a medias, pases que parecen tiros que podrían romperte una pierna o cabezazos que te vencen sin llevar fuerza alguna.

- ¿Estáis bien?-les pregunté a los delanteros pues no era normal que el Dragon Tornado fallase.

- Sí, pero debemos volver a probar.-dijo serio el delantero de fuego.

Me acerqué a la banda pues quería saber que pensaban las gerentes y nuestro entrenador. El Centro de entrenamientos, según el sr Hibiki, nos había perjudicado pues habíamos mejorado individualmente y no éramos capaces de coordinarnos.

- Tiene razón. Llevamos mucho tiempo jugando individualmente. Gracias.-le agradecí al entrenador.

Volví al entrenamiento y seguía todo igual, de mal. No dábamos pie con bola, jamás tan bien dicho. Yo empecé a practicar los pases con Teppei. Sus pases iban muy fuertes y apuesto a que aparecerían moratones en mi piel. Pronto, nos llamaron para el descanso. Había una novedad, rodajas de limón con miel.

- ¡Qué amargo!-decían algunos mientras me lavaba las manos concienzudamente.

- ¡Qué bueno!-comenté.

- ¿No te sabe amargo?-preguntó Someoka.

- Sí, es limón lo difícil es que me supiera salado.-le respondí.-Me gusta el limón y este limón está delicioso. Muchas gracias.

Me lavé las manos tras comerme dos rodajas más y volvimos al entrenamiento. Pensé en probar que tal va el tiro.

- Endou,-le preguntó Gouenji cuando chutó y falló de nuevo esta vez usando el Tiro de los gemelos.-¿estás seguro de que podremos derribarlo?

- ¡Claro! Lo golpearemos de frente.

- ¿Podremos en las condiciones en que nos encontramos ahora?-preguntó Domon.

- Estaremos bien. Tenemos grandes técnicas definitivas de tiro y defensa.

- Si podemos dominarlos.-comentó pesimista Shuuya

El amor de rubí. Parte 1.VivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora